El Gobierno de La Rioja edita un catálogo «único» en España de especies herbáceas y leñosas

Este inventario recoge 168 especies autóctonas y los métodos para revegetar zonas degradadas
Por EROSKI Consumer 23 de octubre de 2003

La restauración de la cubierta vegetal, la lucha contra la erosión y la corrección del impacto ambiental son algunas actuaciones prioritarias en la preservación de la naturaleza. Para estos fines se han venido utilizando tradicionalmente especies arbóreas o arbustivas, «sin embargo, las leñosas bajas y las herbáceas autóctonas, menos conocidas o utilizadas, constituyen un recurso muy interesante en zonas degradadas o situaciones desfavorables donde se impone la prevención de los procesos erosivos o la corrección del impacto ambiental de una forma rápida, prioritaria y eficaz».

Este es el principio sobre el cual gira un catálogo de especies herbáceas y leñosas bajas de La Rioja para la revegetación de las zonas degradadas de esta comunidad, el control de la erosión y la corrección del impacto visual, ambiental y paisajístico.

Este inventario, obra de la ingeniera de montes Miriam Soto Rey y publicado por la Dirección General de Medio Natural del Gobierno de La Rioja, está destinado a los técnicos de la propia Administración, a ingenieros y a profesionales viveristas, e incluye 168 especies autóctonas, las zonas y terrenos que les son propicias, así como los métodos para el cultivo y recogida de semillas y para su mezcla y siembra.

«Es único. No hay otro igual en España», aseguraron ayer en su presentación Aránzazu Vallejo y Miguel Urbiola, consejera y director general del Ejecutivo autónomo, respectivamente. Se han editado mil ejemplares, pero ya está prevista una nueva edición dado el interés suscitado en el propio Ministerio de Medio Ambiente, al ser la primera recopilación en la materia, según dijeron Vallejo y Urbiola.

La autora afirma que su obra es útil no sólo para La Rioja, sino para cualquier región, porque muestra cómo se debe repoblar el suelo, las técnicas oportunas dependiendo del clima, el terreno, la pendiente y, sobre todo, invita a hacerlo.

Si después de una obra no se revegeta el suelo manipulado, «queda expuesto y es más difícil de recuperar», según Soto. El catálogo enseña cómo «acelerar y reconducir» el proceso natural de sucesión vegetal. «Las herbáceas, con su red de pequeñas raíces, protegen el suelo, afianzan su fertilidad y ayudan a retener el agua».

En La Rioja, la zona más necesitada de revegetación es el sureste, «el área más agreste y difícil, donde menos llueve y más ha habido sobreexplotación por pastoreo». También lo son aquellos puntos donde ha habido obras u otro tipo de intervención humana, como la explotación de canteras. Esto no tiene marcha atrás, pero las zonas «desnudas» se pueden proteger, asegura la autora. «El hombre siembra y luego, las propias herbáceas van haciendo su trabajo. Es la idea». La utilización de especies herbáceas se ha centrado en España en la creación de céspedes ornamentales y deportivos y en la mejora de pastizales, para lo cual se han utilizado mayoritariamente variedades mejoradas genéticamente en el extranjero e importadas por las casas de semillas.

Son mucho menos conocidas y utilizadas por los técnicos las especies herbáceas y matas bajas autóctonas, pese a que son las que precisamente pueden dar respuesta a la difícil tarea de colonizar suelos pobres o degradados. «Son estas especies las portadoras de una riqueza genética que se ha ido creando evolutivamente y que actualmente forman parte de nuestra biodiversidad», afirma Miriam Soto.

«Con este catálogo -añade- se trata de dar a conocer las características ecológicas y la forma de utilización de nuestras especies autóctonas para mejorar los proyectos de revegetación de zonas degradadas y contribuir a mantener la biodiversidad del medio natural riojano».

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