El otoño comenzará de manera oficial hoy a las 23:19 horas (en la península). Se pondrá fin a un caluroso desde 1970 y el tercero más seco desde que comenzó el siglo XXI, debido a la escasez de lluvias. En los últimos 12 meses, ha caído un 15% menos que la media anual. «Seguimos en la tónica de veranos cálidos, en la línea del cambio climático», señaló Ángel Rivera, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
El verano de 2009 ha sido, más que caluroso, «extraordinariamente cálido», sobre todo la segunda quincena de agosto. Sólo superado por los veranos de 2003 y 2005, según el balance estacional realizado por Aemet. Entre junio y agosto, la media térmica superó en un 1,8% los valores considerados normales para esta época.
Sevilla registró la temperatura media más alta desde hace 40 años. La anomalía térmica fue también muy acusada, entre dos y tres grados por encima de lo normal, en otras regiones como Cataluña, Aragón, Navarra, Castilla-La Mancha, Madrid y el área del bajo Guadalquivir. Entre las máximas más destacables, los 43 grados de Zaragoza en el mes de julio y los 41 grados en Extremadura y bajo Guadalquivir a finales de agosto.
Al igual que la primavera pasada, el verano ha sido deficitario en precipitaciones, un 30% inferiores al promedio. Esta ausencia de lluvias ha hecho del verano de 2009 el tercero más seco hasta el momento del siglo XXI, por detrás de 2001 y 2005. A falta de unos días para terminar el vigente año hidrológico, desde el pasado mes de octubre, el ejercicio se saldará con un 15% menos de lluvia que los valores medios normales y cuatro puntos más de déficit que el anterior año hidrológico. De momento, «hablar de sequía es prematuro», aunque haría falta un otoño lluvioso para aliviar los temores que ya se perciben en algunas zonas, apuntó Rivera.
Aunque las previsiones meteorológicas a largo plazo (dos o tres meses) tienen «escasa fiabilidad», los pronósticos de la Aemet destacan un otoño templado, con valores medios algo más cálidos de lo habitual en la estación para el conjunto de España y en especial en la vertiente mediterránea, donde la anomalía térmica puede ser de un grado o grado y medio entre octubre y diciembre. Se esperan niveles de precipitación normales, quizá más abundantes en Baleares. Escasearán las borrascas atlánticas que de manera tradicional barrían buena parte de la Península de oeste a este.
