La biodiversidad animal en España depende principalmente del clima

Esta riqueza aumenta en el norte y el sur peninsular, mientras que es menor en el centro
Por EROSKI Consumer 19 de marzo de 2009

Investigadores de la Universidad de Granada (UGR) han concluido que el clima es el principal factor para determinar la variación en la diversidad de vertebrados terrestres en España. El estudio determina además que en el norte (Pirineos) y el sur (Estrecho de Gibraltar) se incrementa esta riqueza, mientras que es relativamente menor en el centro de la península.

«El clima, la densidad de población humana, la heterogeneidad del hábitat animal y la estructura espacial son algunos de los factores que contribuyen a la distribución y riqueza de anfibios, reptiles, mamíferos y aves españoles en función de su categoría taxonómica», señalaron al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) los autores de este trabajo, en el que se ha analizado por qué varía la riqueza de especies de vertebrados en nuestro país, donde hay 98 especies de media por cada 100 kilómetros cuadrados.

Si bien los científicos pensaban que la heterogeneidad del hábitat era el principal factor determinante de la biodiversidad, su estudio, publicado en el último número de «Ecological Research», demuestra que otros factores influyen en la riqueza de especies animales. Así, la riqueza de vertebrados terrestres está determinada principalmente por el clima.

Más precipitaciones, más especies

«La precipitación favorece la riqueza de aves y mamíferos, y la temperatura, la de anfibios y reptiles», explicó Gregorio Moreno-Rueda, autor principal del trabajo e investigador del Departamento de Biología Animal de la UGR. Por consiguiente, donde más precipitaciones hay, más especies se encuentran. «La precipitación anual fue probablemente el factor más importante para determinar la riqueza de aves y mamíferos en España», señaló el científico.

La disparidad de hábitats en una misma zona, donde coexisten distintas especies, cada una propia de un hábitat diferente, aumenta la biodiversidad, según demuestra también este trabajo. A pesar de todos los estudios que atribuyen la biodiversidad animal a la disponibilidad de hábitats, en la Península Ibérica «la importancia relativa de la diversidad de hábitats es menor que la del clima», precisó el investigador.

Conflicto con el ser humano

«Los seres humanos suelen establecerse en zonas de alta producción primaria, donde la diversidad de especies animales es también mayor», apuntó el biólogo. Por ello, existe un conflicto entre la población humana y el medio ambiente, pues las aves y los mamíferos prefieren establecerse en las mismas zonas que los humanos. Algunas zonas de cultivos, más pobladas y más productivas, aunque con un paisaje deteriorado, «albergan todavía un gran valor medioambiental, que sin embargo es raramente considerado por las administraciones públicas», denunció Moreno-Rueda.

El científico aseguró que en el sur y en el norte de la Península aumenta la riqueza animal. Este fenómeno «puede ser fruto del flujo de especies provenientes del resto de Europa y del norte de África, que incrementarían, respectivamente, la riqueza de especies cerca del istmo de los Pirineos (aves paseriformes) y del Estrecho de Gibraltar (anfibios y reptiles)».

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