Las sustancias químicas utilizadas en productos anti-adherentes contaminan los ríos europeos, según Greenpeace

La organización ecologista ha detectado tóxicos perfluorados en la anguila europea
Por EROSKI Consumer 29 de septiembre de 2006

Las sustancias químicas utilizadas en productos anti-adherentes y resistentes al agua están contaminando los ríos del viejo continente, según se desprende de un estudio de Greenpeace, que ha detectado tóxicos perfluorados (PFC) en la anguila europea en 11 países europeos, España entre ellos. Esta especie, ahora en declive, es utilizada por los científicos como bioindicador de la calidad del agua por su alto contenido en grasas y su largo ciclo vital.

Los PFC son persistentes en el medio ambiente y pueden acumularse en los suelos y en los tejidos vivos de los animales. Se usan habitualmente como superficie anti-manchas en alfombras, textiles y pinturas, y en tratamientos anti-adherencia en utensilios de cocina. También son muy utilizados en procesos industriales y en algunas espumas anti-incendio.

Los PFC ponen en riesgo la reproducción en invertebrados de agua dulce y provocan daños hepáticos en mamíferos y peces

El estudio de Greenpeace pone de manifiesto la amplia extensión geográfica de la contaminación de anguilas por cuatro tipos de PFC, entre ellos el PFOS, muy bioacumulativo y que resultó muy abundante en las muestras de Alemania, Holanda, Reino Unido, Bélgica y República Checa. En España se encontró PFOS en anguilas capturadas en la desembocadura del Ebro.

Un estudio de Greenpeace de 2005 encontró PFC en sangre de cordón umbilical de bebés recién nacidos, confirmando la capacidad de estos compuestos para atravesar la placenta y llegar al feto.

Los PFC son persistentes en el medio ambiente y pueden acumularse en los suelos y en los tejidos vivos de los animales. Algunos de ellos son conocidos por ser tóxicos para la fauna, ya que ponen en riesgo la reproducción en invertebrados de agua dulce y provocan daños hepáticos en mamíferos y peces. Estas sustancias pueden también incrementar la asimilación y la toxicidad de otros productos peligrosos que pudieran estar presentes.

Nuevo REACH

Ante esta situación, la organización ecologista ha pedido que se endurezca la legislación europea sobre sustancias químicas en productos de consumo cotidiano. Este otoño, los países miembros de la Unión Europea (UE) votarán sobre el nuevo REACH (Registro, Evaluación y Autorización de Sustancias Químicas).

«Las sustancias perfluoradas son uno de los grupos químicos más preocupantes para nuestros ríos y lagos», declaró David Santillo, investigador de la Unidad Científica de Greenpeace en la Universidad de Exeter y uno de los autores del informe. «Su amplia presencia demuestra lo inadecuada que resulta la legislación actual sobre químicos», afirmó.

«Una legislación pobre no solucionará, sino que incrementará, la contaminación química actual», declaró la responsable de la campaña de Tóxicos de Greenpeace España, Sara del Río. «La Unión Europea necesita actuar para proteger nuestra salud y el medio ambiente exigiendo a las empresas que sustituyan las sustancias químicas peligrosas, como los PFC, por alternativas más seguras», concluyó.

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