La dinámica del mercado ofrece momentos propicios para adquirir un vehículo nuevo a mejor precio. En junio y julio una avalancha de compradores busca coche para ir de vacaciones y las marcas compiten con jugosos descuentos y ofertas. En 2005 se vendieron 161.648 y 162.880 unidades respectivamente, frente a las 96.783 de agosto o 102.000 de septiembre, los meses con menos matriculaciones.
Diciembre es otro buen mes para efectuar la compra de un vehículo nuevo; los concesionarios que no ven que no van a alcanzar sus objetivos anuales intentan un «sprint final» de ventas, insistiendo en los descuentos y promociones.
Los fabricantes, por su parte, buscan situarse un poco mejor en el «ranking» anual de ventas de vehículos por marcas, o colocar uno de sus modelos entre los más vendidos, clasificación en la que los puestos se ganan o pierden por unas pocas decenas o centenas de unidades.
El prestigio que otorga al modelo un buen puesto en la clasificación y el incremento puntual de ventas compensa el menor margen comercial en unas pocas decenas o centenas de unidades.
Diciembre ofrece buenas oportunidades cuando el mercado del automóvil se estanca o invierte una tendencia anterior de crecimiento. Las cadenas de montaje no se han adaptado aún al mercado y producen más vehículos de los que se pueden vender, por lo que es necesario bajar los precios para evitar las costosas acumulaciones de «stock».
