Analizados 103 centros de adelgazamiento de todo el país

Dos de cada tres centros de adelgazamiento suspenden por no respetar criterios clave de nutrición y salud

4 de mayo de 2007

Abusan de “productos estrella”, carecen de rigor médico-nutricional y ofrecen una información escasa y deficiente. El coste medio de un tratamiento para perder kilos es de 1.400 euros.

CONSUMER EROSKI ha realizado una visita a 103 centros de adelgazamiento (herbolarios, parafarmacias, locales de dietética, consultas en domicilios particulares y centros franquiciados) repartidos en 18 ciudades del país: 10 en Madrid y Barcelona, 7 en Valencia y Bilbao, 6 en Málaga, Sevilla y Zaragoza, 5 en A Coruña, Alicante, Córdoba, Murcia, San Sebastián, Valladolid y Vitoria y 4 en Granada, Oviedo, Pamplona y Santander. De los 22 técnicos que, haciéndose pasar por clientes interesados en perder peso, visitaron los centros, la mitad de ellos no necesitaban adelgazar, cinco padecían un ligero sobrepeso (un problema esencialmente estético) y el resto, 6 personas, eran obesos de distinto grado.

Las conclusiones del informe describen un panorama nada halagüeño. No se puede catalogar de otra forma el hecho de que dos de cada tres establecimientos analizados (el 68%) suspendan el examen planteado por esta revista, basado en la información proporcionada por los empleados que atendieron a los clientes en la primera consulta. Sólo el 18% aprueba con holgura. Los defectos más comunes: la mayoría no identifican de manera adecuada el problema, explican mal y detallan aún peor el tratamiento que proponen al usuario. Uno de cada tres centros de adelgazamiento plantea pérdidas de peso excesivamente rápidas para que resulten saludables y duraderas, proporción que coincide con la de centros en los que los clientes no son atendidos por médicos especializados o expertos en nutrición. Además, el 46% recomienda tratamientos con «productos estrella» (productos o suplementos dietéticos en lugar de una dieta personalizada que tenga en cuenta los hábitos alimentarios y estilos de vida del paciente).

Uno de los aspectos criticables más comunes de estos centros es que se identifica el problema del paciente con ligereza, bien porque no se pesa ni mide al cliente, bien porque no siempre atiende un profesional cualificado en dietética y nutrición. Para efectuar un correcto diagnóstico, es imprescindible elaborar un informe exhaustivo, que incluya mediciones antropométricas, Índice de Masa Corporal (IMC), hábitos de alimentación y antecedentes patológicos, entre otros. Sin embargo, el 42% de los centros no realizó una adecuada medición de estos parámetros, error que imposibilita el diseño de un tratamiento idóneo. Los datos son concluyentes: sólo un 58% efectuó una exploración física al paciente, mientras que apenas la mitad preguntó al cliente si se había hecho de forma reciente una analítica de sangre, aspectos ambos indispensables para un buen diagnóstico. Únicamente el 37% de los centros indagó acerca de tres o más antecedentes patológicos personales o familiares del paciente (problemas hormonales, digestivos, vasculares, intolerancias, etc.), mientras que uno de cada tres no solicitó información al paciente sobre la ingesta de fármacos, un aspecto fundamental que puede condicionar el tratamiento y aumentar sus riesgos. Más del 65% de los centros ni se interesaron ni revisaron la tensión arterial del cliente

Información insuficiente

Los técnicos acudieron principalmente a centros de adelgazamiento que ofrecían una primera consulta gratuita. La mayor parte de los centros estudiados utilizan el mensaje de «primera consulta gratuita» como gancho comercial, pero se ha comprobado que esta visita no proporciona al cliente información suficiente para decidir si le conviene comenzar con el tratamiento o si éste resultará efectivo en su caso concreto. Sin embargo, únicamente el 30% de los profesionales facilitó una información aceptable sobre las posibles soluciones. Se considera estimable cuando el tratamiento se adapta a las necesidades del paciente (personalización de la dieta tras un estudio completo previo) y cuando se propone una pérdida de peso de 0,5 a 1 kilo por semana.

No todos los profesionales eran tales

Únicamente los médicos especializados en Nutrición y los diplomados y técnicos superiores en Dietética están cualificados para establecer valoraciones nutricionales y hacer recomendaciones dietéticas. Sin embargo, en casi uno de cada cuatro establecimientos visitados se comprobó que los profesionales que atienden en la primera visita a este tipo de centros no poseían la cualificación adecuada para ejercer estas labores. Así, se vio que en algunos centros las personas que atendían eran amas de casa, biólogos, naturistas, psicólogos o comerciales. Esta falta de profesionalidad tiene, como es lógico, consecuencias. De hecho, se constató que nueve de cada diez de los centros que contaban con personal de atención al público no cualificado en dietética y nutrición suspendieron el análisis.

Casi 1.400 euros de media: un modo muy caro de adelgazar

De los centros de adelgazamiento estudiados, el 21% ponía como condición pagar el tratamiento completo, en lugar de cobrar por consulta. La media por tratamiento asciende hasta los 1.396 euros, aunque los precios se mueven entre los 350 euros de los dos más «económicos» hasta los 3.879 euros del más caro, centro localizado en Sevilla. En cuanto al cobro por consulta y/o por los productos que venden (se ha hecho una estimación considerando la frecuencia de visitas y el uso de productos sugeridos en cada centro) la media se ha fijado en los 163 euros mensuales. Los precios oscilan entre los 600 euros al mes y los 40 euros.

CiudadIdentificación del problema (1)Explicación y especificación del tratamiento (2)Profesionalidad (3)Atención al cliente (4)Calificación final (5)
MediaRegularMuy deficienteAceptableBienDeficiente
A CoruñaMuy BienMuy BienMuy BienMuy BienMuy Bien
AlicanteAceptableMuy DeficienteBienAceptableDeficiente
BarcelonaMuy DeficienteBienRegularAceptableDeficiente
BilbaoRegularMuy DeficienteMuy BienMuy BienDeficiente
CórdobaAceptableMuy DeficienteMuy BienBienDeficiente
GranadaRegularRegularAceptableMuy BienDeficiente
MadridRegularDeficienteBienBienDeficiente
MálagaDeficienteMuy DeficienteMuy BienBienMuy Deficiente
MurciaRegularMuy DeficienteBienMuy BienMuy Deficiente
OviedoAceptableBienRegularAceptableAceptable
PamplonaAceptableMuy DeficienteRegularAceptableMuy Deficiente
S. SebastiánAceptableRegularBienBienRegular
SantanderRegularAceptableBienBienAceptable
SevillaAceptableMuy DeficienteMuy BienAceptableDeficiente
ValenciaBienAceptableBienBienBien
ValladolidAceptableRegularBienAceptableDeficiente
VitoriaRegularMuy DeficienteDeficienteAceptableMuy Deficiente
ZaragozaAceptableRegularDeficienteBienRegular

(1). Identificación del problema: se ha valorado si los centros preguntaban o realizaban una exploración física al cliente (nivel arterial, mediciones de peso, talla, perímetros y grasa corporal), preguntaban por sus antecedentes patológicos (problemas de salud personales y familiares) y por la posible ingesta de medicamentos. Asimismo, se ha valorado si se interesaban sobre sus hábitos alimenticios, estado anímico y estilo de vida (ejercicio físico, consumo de alcohol, tabaco, etc.). Sólo así se puede ofrecer un tratamiento personalizado y efectivo.

(2). Explicación y especificación del tratamiento: se considera que un centro ofrece un tratamiento personalizado y adecuado a la situación del paciente si previamente ha realizado un diagnóstico correcto de su situación y si se consideran los hábitos de alimentación, además de otras ayudas externas como los complementos, los fármacos o la aparatología. La correcta alimentación y el fomento de una mayor actividad física son la base del tratamiento del exceso de peso. La dieta puede acompañarse, en ocasiones, de tratamientos de estética local, complementos, fármacos, etc., siempre y cuando su empleo esté justificado.

(3). Profesionalidad: se ha valorado si, como es lógico, el tratamiento ofrecido se ajusta hasta conseguir el objetivo planteado en un inicio. Asimismo, se ha estimado positivo que la titulación de quien atiende al cliente sea un médico especializado, un dietista diplomado o un técnico en nutrición.

(4). Atención al cliente: se ha valorado las condiciones en las que se atendió al cliente: amplitud, luminosidad y limpieza de la sala de consulta, la amabilidad en el trato recibido, la disponibilidad horaria del centro así como la resolución de las dudas planteadas por el cliente.

(5). Calificación Final: nota final media ponderada de los centros estudiados en cada ciudad. Se han valorado en mayor medida (un 70% de la nota) los dos primeros aspectos: «Identificación del problema» y «Explicación y especificación del tratamiento».

Ver el informe completo

Img portada revista 20070501

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