Entrevista

“Gracias a la donación de sangre, 75 personas salvan la vida cada día en España”

Faustino Valdés, presidente de la Federación Española de Donantes de Sangre
Por Francisco Cañizares de Baya 14 de junio de 2021
Faustino Valdés federación donantes de sangre

Cualquier persona que vaya a someterse a una intervención quirúrgica o tenga un problema de salud en el que pueda necesitar una transfusión de sangre sabe que dispondrá de ella. Eso es posible gracias a las casi dos millones de personas que en España acuden varias veces al año a un centro para donar la suya. Un día al año, el 14 de junio, se reconoce su generosidad. Se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre, una jornada con la que la Organización Mundial de la Salud (OMS) pretende, además, concienciar sobre la importancia de disponer de sangre y productos sanguíneos seguros. Faustino Valdés, presidente de la Federación Española de Donantes de Sangre, reflexiona en esta entrevista sobre la trascendencia sanitaria y la significación personal que tiene regalar un poco de cada uno a los demás.

¿Por qué es importante donar sangre?

Los datos datos hablan por sí solos: 75 personas salvan la vida cada día y otras 375 recuperan la salud en España gracias a las donaciones de sangre. La generosidad de cientos de miles de personas es un pilar fundamental para la sanidad pública.

¿En qué tipo de enfermedades siguen siendo imprescindibles las transfusiones?

Del total de sangre donada, el 24 % se emplea con pacientes oncológicos, el 23 % para atender las necesidades de las intervenciones quirúrgicas, un 15 % en enfermedades de la sangre, el 12 % en trasplantes de órganos, un 10 % en obstetricia y ginecología y el resto para cubrir procesos relacionados con patologías crónicas y otros problemas de salud.

¿Los avances de la medicina han reducido las necesidades de sangre?

Los adelantos en cirugía han ayudado mucho, ahora se optimiza más la sangre donada que antes. En una operación de cadera siempre hay disponibles dos bolsas de sangre, pero la mayoría de las veces ni se usan. Antes, en la misma intervención, se necesitaban cuatro o cinco bolsas.

¿Cuál es el perfil del donante?

Un 60 % son hombres y un 40 % mujeres. La diferencia puede resultar engañosa y dar la idea de que las mujeres son menos solidarias; nada más lejos de la realidad. Los embarazos, la lactancia y la anemia que en ocasiones sufren algunas mujeres hace que muchas solo puedan empezar a donar sangre a partir de los 50 años, tras la menopausia.

¿Hay relevo generacional?

Es el mayor problema que tenemos. Hace 15 años la mayoría de donantes tenía entre 30 y 40 años, y ahora el mayor número se concentra en la franja de edad de 46 a 65 años. Solo una minoría, el 25 %, tiene entre 18 y 30 años. Fidelizar a los donantes y garantizar el reemplazo generacional es fundamental. En España dona alrededor del 4 % de la población.

¿Es mucho o poco?

Se cubren las necesidades, pero el porcentaje es bajo. Si donase el 6 %, muchas personas que están donando tres o cuatro veces al año podrían hacerlo solo dos. Hay que repartir la carga. Por su edad y condiciones de salud, en España están en disposición de donar sangre unos ocho millones y medio de personas, sin embargo, lo hacen algo menos de dos millones.

¿Hay diferencias entre comunidades autónomas? ¿A qué responden?

La clasificación en los últimos años la encabeza Extremadura, seguida de Castilla y León, Galicia y Asturias. En Extremadura se registran 43 donaciones por cada 1.000 habitantes al año, mientras que la mayor parte de las autonomías está por debajo de 38. Hay comunidades que están más mentalizadas que otras gracias a la labor de las hermandades de donantes y también de la Administración.

¿La pandemia ha influido en los niveles de donaciones?

No tenemos todavía los datos cerrados, pero lo más lógico es que hayan bajado. Aunque durante el confinamiento y en los meses más duros de la pandemia se han cubierto las necesidades, los quirófanos no han funcionado al cien por cien. Por otra parte, las hermandades de donantes prácticamente no han tenido actividad. En condiciones normales yo visito unos 80 colegios al año para dar charlas, pero llevo un año y medio sin acudir a ningún centro.

¿Qué dice de alguien el hecho de que sea donante?

No es un supermán, pero sí tiene algo especial porque da lo más importante que tiene, la sangre, sin saber a quién va. Es un acto de solidaridad que los donantes vivimos como un imperativo: tenemos que ser solidarios unos con otros. Seguro que alguien que es capaz de un acto tan altruista de forma continuada también lo es en otras muchas cosas.

¿Los avances de la ciencia harán innecesaria en el futuro la donación porque conseguiremos fabricar sangre?

En EE. UU. persiguen ese objetivo desde hace muchos años, pero el avance es lento. La ciencia ha superado muchos retos y es posible que supere este. Lo que tengo claro es que los países que invierten en investigación ganan el futuro. En Europa la donación es altruista. Sin embargo, en otros lugares se paga por hacerlo.

¿Cree que este modelo se extenderá?

No debería ser ese el camino, sería un paso atrás. España lideró las directrices europeas que prohíben el pago por donar sangre y me parece el modelo ideal. Cuantos más donantes haya, mejor. En Latinoamérica se paga por una bolsa 100 y 200 dólares y hay familias enteras que recurren a esta vía como fuente de ingresos. Sin embargo, no hay una base de datos de esas donaciones y muchas personas, acuciadas por la falta de dinero, acuden con mucha frecuencia a donar, lo que hace que la sangre no sea útil porque carece de los glóbulos rojos suficientes.

¿Quién puede donar sangre?

Hay dos requisitos básicos para ser donante: la edad y el peso. Puede hacerlo cualquier persona que tenga entre 18 y 65 años y pese más de 50 kilos, siempre que goce de buena salud.

  • En las mujeres no se aconseja donar durante la lactancia y al menos nueve meses tras el parto.
  • Si una persona ha sido vacunada contra la covid-19 y no tiene ninguna reacción, puede acudir a un centro de donación.
  • No deben hacerlo quienes estén resfriados, tengan dolor de garganta, úlceras bucales o cualquier tipo de infección, ni tampoco las personas que hayan tenido prácticas sexuales de riesgo en el último año.
  • Tras procedimientos odontológicos menores, hay que esperar 24 horas para donar; y si son mayores, un mes. El periodo se alarga después de haberse hecho un pirsin o un tatuaje; en estos casos, deben transcurrir seis meses.
Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube