Casi la mitad de los casos de sida en el mundo se dan en mujeres

La ONU pide a los Gobiernos que adopten medidas para frenar la expansión del VIH entre las mujeres
Por EROSKI Consumer 15 de julio de 2004

Cerca de la mitad de las personas con sida en el mundo son mujeres. Este dato, dado a conocer en la jornada de ayer de la Conferencia Mundial de Bangkok, dedicada en exclusiva a la prevención, ha activado todas las alarmas y ha llevado a Naciones Unidas a pedir a los gobiernos del mundo que adopten medidas encaminadas a frenar la expansión de la enfermedad entre la población femenina.

La cifra no resultaría tan trascendente si no fuera porque el VIH ha tenido tradicional y fundamentalmente rostro de varón y porque hace 20 años sólo uno de cada tres afectados tenía nombre femenino.

Las mujeres son mucho más vulnerables que los hombres ante el virus del sida no sólo desde el punto de vista biológico, sino también desde una perspectiva económica y social. Una ciudadana india relató a los más de 15.000 delegados internacionales que acuden al encuentro cómo fue contagiada por su marido cuando ella tenía 19 años y cómo él le ocultó su condición de seropositivo hasta pasadas varias semanas del enlace.

Los casos expuestos fueron un testimonio que sirvió para que las organizaciones de Naciones Unidas pidieran a la comunidad internacional la puesta en marcha de estrategias conjuntas y específicas para esta parte de la población. En 1985, sólo un 35% de los infectados eran mujeres. Esa cifra llega ya al 48% en el mundo y en determinadas partes del planeta, como el África Subsahariana, sube hasta el 57%. En números redondos, de los casi 38 millones de personas que viven con el VIH, más de 17 nacieron niñas.

Las posibilidades de contagio de una mujer duplican a las del hombre en una relación sexual no protegida. La mucosa vaginal facilita la entrada del virus y el coito causa en las paredes internas del aparato genital femenino pequeñas erosiones y heridas que permiten que el VIH penetre con mayor comodidad.

Lo más dramático, sin embargo, es la dependencia económica y social de las mujeres, especialmente en el Tercer Mundo, donde se ven forzadas a practicar sexo y la fidelidad a sus maridos no supone ninguna garantía frente al sida. No tienen posibilidades reales de utilizar preservativos, ni la mayoría de las veces disponen de una cultura que les ayude a salir del callejón.

En este escenario, tampoco resulta extraño que, como ayer también denunció la ONU, la esperanza de vida haya caído por debajo de los 40 años en algunos países africanos como Zambia, Zimbabwe y Mozambique a causa del sida.

Genéricos antirretrovirales

Por otro lado, seis países (Brasil, China, Tailandia, Rusia, Ucrania y Nigeria) suscribieron ayer, en el marco de la conferencia, un acuerdo para la producción de medicamentos genéricos antirretrovirales y otras medicinas contra enfermedades contagiosas, de forma que se garantice el acceso universal a un precio reducido y mediante políticas que fomenten un uso racional.

El pacto aboga también por un impulso de la investigación conjunta y el desarrollo de vacunas que sean eficaces para prevenir el sida, así como la promoción de microbicidas y geles que impidan el paso del VIH cuando se tienen relaciones.

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