Cuando pican los piojos: 11 cosas que quizás no sabes de la pediculosis

La prevalencia de la pediculosis es tan amplia que se calcula que durante la infancia o la adolescencia cada persona padecerá una infestación por piojos
Por Itziar Salcedo 8 de septiembre de 2019
Chica rubia piojos
Imagen: Energepic.com

Con solo nombrarlos, llega el picor. Con la vuelta al cole, los piojos regresan a las aulas y a las familias, aunque también en verano la infestación por estos parásitos se sufre en campamentos o colonias urbanas infantiles. Considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad de ámbito global que afecta tanto a la población urbana como rural, la prevalencia de la pediculosis es tan amplia que se calcula que cada persona durante la infancia o la adolescencia padecerá una. Por eso conviene conocer todo lo referente a los piojos. Lo resumimos en 11 puntos.

1. ¿Qué son los piojos?

Los piojos de la cabeza (Pediculus humanus capitis) son insectos ovíparos que se alimentan de sangre y viven exclusivamente en el cabello humano. Miden entre 2 y 3 milímetros, son de color marrón y pueden verse a simple vista. No tienen alas ni pueden volar. Sus seis patas tampoco están preparadas para saltar, pero les permiten sujetarse al cabello y desplazarse con mucha rapidez, por eso es difícil localizarlos y siempre resulta más fácil distinguir sus liendres, esos pequeños huevos de color blanquecino que se encuentran adheridos a la base del pelo y en 7–10 días eclosionan y se convierten en piojos. La infestación de piojos en la cabeza se llama pediculosis.

2. La vida de los piojos transcurre en la cabeza humana

Fuera de ella no pueden sobrevivir más de 24 horas, debido a la falta de alimento y temperatura adecuada. Viven entre 33 y 35 días y pasan por tres etapas:

  • Son liendres durante 6/7 días y se adhieren a la base del cabello. El 60 % de estos huevos llegan a la fase adulta.
  • En estado de ninfa se pasan entre 9 y 10 días, es el piojo recién nacido, prácticamente transparente y de ahí que resulte casi invisible al ojo humano; sufre tres mudas de crecimiento hasta convertirse en adulto.
  • Como piojo adulto no vive más allá de 16 días. Durante este tiempo, las hembras depositan de 4 a 8 huevos al día a una distancia de entre 1 y 2 mm del cuero cabelludo. Para asegurar su adherencia al pelo, segregna una sustancia pegajosa e insoluble al agua que fija la liendre al tallo del cabello.

3. El principal síntoma de su presencia, los picores

Estas molestias las ocasiona la saliva que genera el piojo al picar sobre el cuero cabelludo para alimentarse y que en la mayoría de personas provoca una pequeña lesión rojiza. Por lo general, cuanto mayor es el picor, mayor es el grado de infestación. Si la persona ha sufrido antes infestaciones, la molestia será mayor, puesto que la zona estará sensibilizada. Cuanto más lejos de la raíz estén las liendres, más probable es que hayan muerto o eclosionado. Por eso, encontrar liendres no siempre significa que la infestación siga activa.

4. Niños y adolescentes, sus favoritos

El grupo de riesgo principal son niños y adolescentes en edad escolar, y los principales lugares de propagación, por la concentración y el periodo de contacto de aquellos, son los centros escolares y las actividades educativas donde se reúnen. Ahora bien, los adultos y niños no escolarizados también pueden verse afectados en otras situaciones, en especial en el ámbito familiar, por lo que los familiares cercanos se convierten, en orden de importancia, en la segunda población de riesgo, siendo mucho menor el riesgo en los adultos.

Niños en colegio, estudiando
Imagen: klimkin

En cuanto al estatus socioeconómico, puede afirmarse que todas las clases sociales son susceptibles de ser infestadas. La pediculosis no está relacionada directamente con una mala higiene y su presencia es algo común. Aunque una buena higiene no previene la infestación, lo contrario puede contribuir a agravarla y a hacerla persistente, constituyendo un posible foco de propagación. De hecho, en zonas deprimidas puede estar ampliamente distribuida.

5. No deben confundirse con caspa

¿Cómo distinguir las liendres de la caspa? Las liendres presentan resistencia cuando se intentan separar del pelo, la caspa no. Las liendres no pueden eliminarse con un simple lavado, la caspa sí.  Las liendres se separan del cuero cabelludo a medida que crece el pelo (un centímetro cada mes).

6. No saltan, trepan

Al contrario de lo que muchas personas creen, estos pequeños ácaros se contagian únicamente por contacto. Son incapaces de volar o saltar, pero se mueven muy rápido de cabeza a cabeza directamente o a través de objetos, como los peines, gorros, almohadas, sofás….

7. Prefieren los cabellos limpios y claros

Aunque la pediculosis se asocia siempre con la suciedad, es un mito desmontado por los científicos que han demostrado que su presencia no está relacionada con los malos hábitos higiénicos sino todo lo contrario: prefieren el pelo limpio para sujetarse mejor, alcanzar antes el cuero cabelludo y empezar a alimentarse. Si es rubio o castaño claro, mejor.

8. No creen en la igualdad de género

Según los estudios realizados por Arcopharma, laboratorios especializados en el tratamiento fitoterapéutico, los piojos pueden residir en cualquier cuero cabelludo, pero tienen predilección por las cabecitas infantiles y adolescentes, y entre ellas, las de las niñas.

9. Junto al resfriado, es una de las enfermedades más contagiosas

En Estados Unidos, el Center for Diseases Control and Prevention habla de 6 a 12 millones de personas infestadas al año por el piojo de la cabeza. En España, su prevalencia oscila entre un 5 y un 15 % de la población escolar. Su contagio es más frecuente en niños entre 5 y 12 años, así como en el sexo femenino. Su incidencia en los países industrializados suele estar entre el 1 % y el  3% de la población general, y entre el 10 % y el 20 % de la población escolar en momentos concretos, pudiendo llegar casi al 50 % en determinadas situaciones

10. Las mascotas no contagian los piojos

El contagio solo se produce a través del contacto de cabeza a cabeza, por el uso de objetos infestados como peines, cepillos, capuchas, bufandas, gorros, cascos… y el contacto indirecto con tapicerías, peluches o ropa, aunque esto último es menos frecuente.

11. Ante picores, revisión

Lo aconsejan todos los dermatólogos: ante el menor síntoma, lo mejor es revisar el cuero cabelludo mechón a mechón, en particular detrás de las orejas y en la nuca, zonas donde la temperatura es más constante y el cabello sufre menos roturas. Las liendres deben ser retiradas con un peine especial, llamado lendrera, que debe ser escrupulosamente lavado después de cada uso y no compartido entre varias cabezas si no se higieniza antes. En cuanto al tratamiento, lo idóneo es pedir ayuda al farmacéutico, sobre todo porque algunos productos resultan eficaces pero pueden causar reacciones alérgicas. Hay que tener especial precaución en mujeres embarazadas.

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