El 22,6% de la población adulta padece alguna vez un proceso reumático, según un estudio

Existe un amplio catálogo de enfermedades reumáticas que incluye más de 200 procesos distintos
Por EROSKI Consumer 7 de diciembre de 2002

Dolor, rigidez, inflamación son los principales síntomas de lo que popularmente se conoce como reuma. Los expertos, sin embargo, no admiten esta denominación: hablan de enfermedades reumáticas, un amplio catálogo que incluye más de 200 procesos distintos. Entre ellos, los de mayor prevalencia en España son artrosis, osteoporosis, dolor de espalda (en las zonas lumbar y cervical), tendinitis y artritis reumatoide.

Esta mínima lista ya sugiere la distinta naturaleza y gran diversidad de estas dolencias: la artrosis es un proceso degenerativo; la osteoporosis viene dada por alteraciones en el metabolismo del hueso; la artritis es una enfermedad inflamatoria en la que interviene una reacción autoinmune (el organismo se ataca a sí mismo); la lumbalgia es un trastorno local y limitado, y la tendinitis constituye una afección de las partes blandas que rodean las articulaciones. Algunas (como la artrosis y la osteoporosis) están muy relacionadas con la edad, pero la artritis y otras artropatías pueden presentarse a edades jóvenes, incluso en niños y adolescentes. Por eso no deben ignorarse sus síntomas.

Dentro de las enfermedades reumáticas se distinguen dos grupos: patologías inflamatorias (todas las que terminan en -itis) y patologías degenerativas (las que terminan en -osis, que implican destrucción. Según el estudio epidemiológico «Episer», realizado por la Sociedad Española de Reumatología (SER) en 1999, en España el 22,6% de la población adulta padece alguna vez un proceso reumático; si se considera el grupo mayor de 65 años, la proporción se dispara al 80%». A medida que envejece nuestra sociedad, es de esperar que estas patología aumenten su prevalencia.

La peor parte se la llevan las mujeres. «No sabemos muy bien por qué, pero estos procesos son más prevalentes entre las mujeres, que también sufren más dolor y responden menos al tratamiento», indica el doctor Jordi Carbonell, presidente de la SER. «En el caso de la osteoporosis sabemos que influye la menopausia, además de que las mujeres tienen menos masa ósea que los varones. En el caso de la artritis, más que el sexo cuentan razones genéticas individuales. En cuanto a las enfermedades de partes blandas, no sabemos el motivo de que se den con más frecuencia en el sexo femenino».

El reciente estudio Epidor («Estudio epidemiológico del dolor en reumatología»), elaborado por la SER entre 1.150 pacientes, revela que el dolor, ya sea agudo o crónico, es el síntoma que más se acusa: el 79% de los pacientes que acuden a las consultas de reumatología tienen dolor crónico. Según la encuesta, lo que más duele es la columna vertebral en la zona lumbar; luego, las extremidades inferiores, en especial la rodilla, y en tercer lugar los miembros superiores, sobre todo la muñeca.

También es el síntoma que más acobarda: el 70% de los pacientes de nuevo diagnóstico y la mitad de los ya diagnosticados dicen que el dolor no les permite desarrollar una vida normal. No sólo llega a incapacitar porque impide la movilidad, sino que tiene otro efecto muy negativo: la depresión. La escala autoaplicada de Zung, que se emplea para detectar y medir la gravedad de la depresión asociada al dolor, muestra en este estudio que hasta el 41% de los pacientes presentan depresión leve, un 40% moderada y un 15% grave. En total, el 96% de la población con dolor presenta algún grado de depresión, moderado o grave en más de la mitad de los casos.

Los expertos insisten en que el frío y la humedad no empeoran las enfermedades reumáticas, sólo agudizan las molestias en algunos pacientes. En cualquier caso, eliminar el dolor se convierte en un objetivo fundamental.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube