Para evitar que quienes quieran mejorar su aspecto físico puedan acabar en manos de no profesionales, el Gobierno británico lanzó hoy una página web destinada a proporcionar información sobre operaciones de estética. La página contiene detalles sobre cómo comprobar si los cirujanos, médicos y enfermeras tienen la cualificación adecuada y qué preguntas debe realizar el paciente.
El principal asesor del Ministerio de Sanidad británico, Liam Donaldson, señaló que resulta «esencial una buena información pública sobre cirugía estética». Según Donaldson, «la gente necesita ayuda y apoyo para tomar decisiones informada sobre si someterse a una operación o a un tratamiento cosmético no quirúrgico».
Se calcula que en 2004 los británicos se sometieron a una cifra estimada de 100.000 inyecciones de botox, mientras que gastan unos 200 millones de libras (unos 295 millones de euros) al año en cirugía estética. El Gobierno ya anunció hace casi un año que impondría normas más severas al sector, ya que cada vez más personas se someten a tratamientos estéticos para mejorar su aspecto.
El nuevo servicio, disponible en la dirección «www.dh.gov.uk/cosmeticsurgery», proporciona una lista de procedimientos cosméticos, los riesgos que suponen y qué resultados esperar de ellos. Igualmente, se suministra información sobre qué hacer si no se está contento con el resultado o se quiere presentar una queja.
