El parche anticonceptivo para mujeres llegará a Europa en la segunda mitad de 2003, después de que la UE haya autorizado su utilización. Se denomina EVRA y combina la eficacia de la píldora (99%) con la comodidad de administrar una dosis cada siete días. Es un parche suave de color beige que se aplica sobre la piel y que es lo suficientemente delgado como para que no se note a través de la ropa.
Las usuarias tendrán que ponerse uno de estos adhesivos cada semana y cambiarlo siempre el mismo día durante tres semanas consecutivas. La cuarta semana no es necesario. El sistema EVRA se puede llevar de forma discreta en una de estas cuatro zonas del cuerpo: las nalgas, el abdomen, la zona superior del torso o el área externa superior del brazo. El parche se adhiere bien a la piel, de forma que las mujeres pueden bañarse con él sin riesgo a que se suelte.
Este método emplea un innovador sistema transdérmico para administrar una dosis continua de hormonas a través de la piel al flujo sanguíneo. Evita el embarazo de la misma forma que la píldora anticonceptiva, suprimiendo la ovulación. Los parches han sido probados previamente en más de 3.000 mujeres de Europa, Sudáfrica y Estados Unidos. Sus efectos secundarios son similares a los de los anticonceptivos orales.
Janssen-Cilag, empresa lanzadora del producto, ha anticipado su llegada a Europa para el próximo año. En EE UU ya está disponible mediante receta médica y en Canadá también se ha aprobado su uso.