Investigadores norteamericanos han demostrado que dos medicamentos que se utilizan habitualmente para combatir la malaria y el paludismo, son eficaces también para el tratamiento de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob o variante humana del mal de las vacas locas. Las investigaciones realizadas con estos fármacos, en ratones infectados con la proteína (prión) que causa la enfermedad de las vacas locas y su variante humana, resultaron eficaces en el tratamiento de las células que estaban infectadas con prión.
Los investigadores tienen previsto iniciar los ensayos con humanos en breve, ya que la quinacrina y la cloropromazina (que son los dos medicamentos en cuestión), se usan desde hace mucho tiempo y su carencia de toxicidad está probada, según señalan en la revista científica ‘Proceedings of the National Academy of Science’. Uno de estos científicos, Carsten Korth, neurólogo de la Universidad de California en San Francisco (UCSF), destacó el gran avance que supone este descubrimiento pero no puede asegurar con total fiabilidad que pueda dar resultado en el hombre hasta que no se hagan las pruebas correspondientes.