La OMS alerta de la elevada mortalidad infantil que causan las lesiones accidentales

La mitad de las muertes se podrían evitar con medidas preventivas
Por EROSKI Consumer 11 de diciembre de 2008

Cada día mueren en el mundo más de 2.000 niños debido a lesiones no intencionales o accidentales, y cada año ingresan decenas de millones con lesiones que a menudo los dejan discapacitados para toda la vida. Así se desprende del Informe Mundial sobre Prevención de las Lesiones en los Niños, elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef).

Este estudio, que constituye la primera evaluación mundial integral de las lesiones no intencionales en los niños, indica que al menos la mitad de esas muertes podrían evitarse si se adoptaran medidas preventivas de eficacia demostrada.

«Las lesiones de los niños constituyen un importante problema de salud pública. Además de las 830.000 muertes anuales, millones de niños sufren lesiones no mortales que a menudo necesitan hospitalización y rehabilitación prolongadas», señala Margaret Chan, directora general de la OMS.

Por su parte, Ann Veneman, directora ejecutiva de Unicef, explica que las lesiones no intencionales «son la principal causa de muerte en niños mayores de nueve años y el 95% de ellas se producen en países en desarrollo. Queda mucho por hacer para prevenirlas».

La mayor tasa de mortalidad por lesiones no intencionales corresponde a África, donde es diez veces mayor que en los países de ingresos altos de Europa y del Pacífico occidental, como Australia, Países Bajos, Nueva Zelanda, Suecia o el Reino Unido, que presentan las menores tasas.

No obstante, y a pesar de que muchos países de ingresos altos han conseguido reducir la mortalidad de los niños por lesiones en un 50% o más a lo largo de los últimos 30 años, estas siguen constituyendo un problema, pues representan todavía el 40% de las muertes de menores en esas naciones.

Cinco causas

El informe dice que son cinco las causas principales de muerte por lesiones. En primer lugar están los accidentes de tráfico, que provocan el fallecimiento de 260.000 menores al año y lesiones a cerca de diez millones. Además, son la primera causa de discapacidad.

Otros 175.000 niños mueren cada año ahogados. Las lesiones cerebrales que deja en algunos supervivientes hace que el ahogamiento no mortal sea el tipo de lesión con mayor impacto sanitario y económico para toda la vida.

Las quemaduras causadas por el fuego son la causa de muerte de cerca de 96.000 niños al año. En este caso, la tasa de mortalidad es 11 veces mayor en los países de ingresos bajos y medianos que en los de ingresos altos.

Finalmente, las caídas provocan cerca de 47.000 muertes de niños cada año y dejan lesiones a cientos de miles, mientras que las intoxicaciones no intencionales se llevan por delante la vida de 45.000 menores.

Medidas preventivas

El informe describe algunas medidas preventivas que resultan eficaces para reducir estas muertes, como los cierres de seguridad en envases de medicamentos, productos domésticos o mecheros; los carriles separados para motocicletas y bicicletas; el vaciamiento del agua innecesaria en baños y piscinas; el diseño apropiado de los muebles, los juguetes y el equipo de las áreas de juego, o el fortalecimiento de los servicios médicos de emergencia y rehabilitación.

Asimismo, identifica los métodos que se deben evitar o que no están respaldados por pruebas suficientes para recomendarlos. Así, por ejemplo, se señala que los blísteres de medicamentos no son seguros para los niños, que los airbags del asiento delantero pueden causar lesiones a los menores de 13 años, que las mantequillas, azúcares, aceites y otros remedios tradicionales no se deben utilizar en las quemaduras y que, por sí solas, las campañas de educación de la población no reducen las tasas de ahogamiento.

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