La conclusión esbozada por las asociaciones de automovilistas y carreteras a partir de las opiniones y consultas recabadas de sus socios y estudiadas por sus especialistas establece una relación entre el descenso de la siniestralidad registrado el pasado fin de semana -«operación salida» del mes de agosto- respecto al mismo periodo de 2003 -31 muertos frente a los 54 del año anterior- y la aplicación de nuevos dispositivos de seguridad vial por parte de la Dirección General de Tráfico.
El Real Automóvil Club de España (RACE), Automovilistas Europeos Asociados (AEA) y la Asociación Española de la Carretera (AEC) «aprueban» la puesta en marcha de estas medidas. Los 1.700 puntos de control de velocidad, la duplicación de los de alcoholemia y la publicación del mapa de radares son los dispositivos que merecen una mayor puntuación por su alto grado de efectividad y eficacia. La difusión de mensajes que recuerdan la necesaria precaución al volante en paneles informativos, aun teniendo también una alta calificación, merece algunos reparos: AEA se refiere al «despiste» que podría generar en el conductor y AEC habla de la posible rutinización de los mensajes para el automovilista «si no se refuerza con otras medidas».
Infraestructuras y formación
El uso del chaleco reflectante cuando el conductor salga del vehículo y ocupe la calzada y la utilización de sistemas de sujeción infantil para menores de tres años -o que no alcancen el metro y medio de altura- son dos de los nuevos dispositivos que generan más dudas en el conductor. Ante el importante volumen de dudas, RACE apuesta por la necesidad de una mayor información sobre su aplicación, mientras que Automovilistas Europeos Asociados incluso pide la reforma del Reglamento de Circulación para que se adecue el cómputo de ocupantes permitido a las posibilidades de un coche con estos sistemas especiales de retención.
AEA, a través de su presidente, Mario Arnaldo, incide también en la importancia de un plan global que vaya más allá de las campañas de concienciación coyunturales en épocas de gran intensidad de tráfico. Para ello, Arnaldo ve imprescindible que el Gobierno aumente las inversiones en infraestructuras y «que sea generoso» con la dotación presupuestaria para seguridad vial. «Esto debe traducirse en mejoras en la señalización de las vías y en los sistemas de investigación y estudio de las estadísticas de accidentes mortales», señala, si bien hace hincapié en el aumento de la dotación de medidas para la formación de conductores.
El presidente de AEA propone que el carné de conducir se someta a una reválida continua: «Debe entenderse no como algo que ya se tiene de por vida, sino de lo que hay que examinarse periódicamente».
