Los problemas de la alimentación se han convertido en una plaga contemporánea. En los últimos 30 años, los casos de anorexia nerviosa se han duplicado y los de bulimia se han quintuplicado en España. Así lo documenta el manual «Trastornos de la conducta alimentaria», coordinado por el profesor Alfonso Chinchilla Moreno, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, que llega a calificar el problema de auténtica «epidemia».
La obra, presentada ayer, recoge las características de estos problemas de salud, como el miedo y el pánico a estar gordo y la necesidad de buscar la delgadez mediante vómitos, hiperactividad de desgaste, abuso de laxantes o diuréticos, e incluso tirar o evitar las comidas. Se trata de un grave y preocupante problema de salud con serias repercusiones sociosanitarias, según afirman los expertos.
Mujeres, sobre todo
«La anorexia nerviosa es un disturbio o distorsión de la imagen corporal, no es una pérdida de apetito, sino una preocupación por la comida y la alimentación», detalla Chinchilla. Este trastorno afecta a alrededor de 25 personas menores de 25 años por cada 100.000 habitantes y, en el 90% de los casos, las afectadas son mujeres.
En el caso de la bulimia nerviosa, se trata de un cuadro caracterizado por episodios de atracones incontrolados de cantidades variables de comida, seguidos de vómitos espontáneos o provocados, que se dan varias veces a la semana y durante varios meses.
El profesor Chinchilla explica que «los trastornos de la conducta alimentaria son patologías muy graves que tienen importantes consecuencias para la salud, que van desde diferentes enfermedades somáticas, merma en la calidad de vida de las pacientes y en sus proyectos de vida, hasta la muerte por enfermedades concomitantes o el suicidio». Una de cada 150 chicas de entre doce y dieciocho años sufrirá anorexia mientras que del 1 al 13% sufrirá bulimia, según este experto.
En cuanto a otros trastornos de la conducta alimentaria, en el mundo hay mil millones de obesos y en España entre el 10 y el 15% de la población padece obesidad, «lo que -en opinión de Chinchilla- está muy en consonancia con una cultura alimentaria errónea que induce a seguir malos hábitos alimentarios, además del componente genético».
