Más del 77% de la población declara no poder utilizar siempre la misma talla, una cifra que llega al 82% en el caso de las mujeres. Además, casi la mitad de los usuarios tiene la impresión de que las tallas han tendido en los últimos años a hacerse más pequeñas y el 82% piensa que en los medios se vende la imagen de la persona delgada como sinónimo de salud.
Estos son datos de un estudio realizado por la Coordinadora d’Usuaris de la Sanitat (CUS) dados a conocer por la Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CECU), que celebra el acuerdo firmado ayer por el Ministerio de Sanidad y Consumo y empresarios y creadores de moda para homogeneizar la información de las tallas y promover una imagen saludable.
«CECU se felicita por decisiones que acaben con el descontrol en las tallas y promuevan una imagen más saludable de la belleza», señala la organización en un comunicado. «Por ello -añade-, es acertada la previsión del Ministerio de realizar un estudio antropométrico que permita conocer las medidas más habituales para, con ellas, desarrollar un patronaje homogéneo que ayude a desterrar el hecho de que, incluso en una misma tienda, una persona pueda vestirse con tallas distintas».
Además, desde el punto de vista del consumidor, CECU considera «evidente» la necesidad de contar con algún tipo de estándar que permita conocer la talla a cada persona con el fin de tener «un punto habitual de referencia y agilizar así las compras».
En cualquier caso, advierte de que todavía queda mucho por hacer («más aún teniendo en cuenta que cada vez más jóvenes de ambos sexos y de edades más tempranas sufren enfermedades como la anorexia y la bulimia»), pero reconoce que la decisión de homogeneizar las tallas, así como la de que las modelos tengan un determinado índice de masa corporal, «es un paso más para unir los conceptos de belleza y salud, alejándonos de la idea actual de belleza en la que se recalca la delgadez como sinónimo de éxito y aceptación social».
