Reparan un corazón combinando el láser con células madre

Esta cirugía pionera favorece la formación de nuevos vasos y de las unidades de regeneración
Por EROSKI Consumer 13 de junio de 2007

Cirujanos y hematólogos del Hospital La Princesa de Madrid presentaron ayer una nueva variante de terapia celular para reparar corazones. Por primera vez en Europa, este grupo implantó a dos enfermos con el corazón muy dañado células madre de la médula ósea con láser. El objetivo es combinar los beneficios de las dos intervenciones. Sólo se han realizado experiencias similares en China y Egipto en cinco enfermos y con buenos resultados.

Los pacientes, una mujer de 68 años y un varón de 59, padecían una cardiopatía isquémica severa. Sufrían frecuentes anginas de pecho que les impedían llevar una vida normal. Su terapia consistía en un cóctel de fármacos que superaba las 17 pastillas diarias, «sin ninguna expectativa de mejora», explicó Juan Duarte, jefe del Servicio de Cirugía Cardiaca de La Princesa.

La opción que se les ofreció a ambos fue un implante de células madre para intentar regenerar el tejido cardiaco, como ya se hace de forma experimental en otros hospitales. Pero en esta ocasión los cirujanos combinaron dos técnicas que por sí mismas podrían mejorar el estado de los corazones. Ninguno de los dos procedimientos «manipulan mucho el corazón» y se pueden aplicar a personas que incluso han sido previamente operadas en otras cirugías cardiacas, señaló Guillermo Reyes, el cardiólogo responsable de la intervención.

A los enfermos se les inyectó células madre de su médula ósea al tiempo que se les realizó varias perforaciones con láser en el corazón. Con estos orificios o canales se busca promover la formación de nuevos vasos sanguíneos y mejorar el aporte de sangre al corazón para reducir la angina de pecho. Las células madre completan el tratamiento, al favorecer la regeneración del tejido cardiaco muerto.

En hora y media los médicos extrajeron la médula ósea, aislaron en el mismo quirófano las células madre necesarias y realizaron las dos intervenciones en el corazón. Bastó una incisión de unos centímetros entre la cuarta y la quinta costilla para introducir la sonda láser en el órgano dañado. Tras realizar las perforaciones, los cirujanos depositaron entre 2.500 y 3.000 millones de células.

Los pacientes intervenidos están en buen estado, aunque habrá que esperar entre tres y seis meses para saber si el tratamiento ha funcionado.

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