El 95% de los pacientes con dolor crónico padece este problema durante más de un año, según el estudio internacional «PainSTORY», impulsado por la Federación Europea IASP y Mundipharma, y presentado el pasado 25 de abril. El trabajo mantiene que su abordaje es aún «insuficiente» en España.
El secretario de la Sociedad Española del Dolor (SED), el doctor José Ramón González Escalada, precisó que estas personas, a pesar del tratamiento, sufren un dolor moderado e intenso un año después. Además, lamentó que, a tenor de los resultados de esta muestra, en la que han participado 300 pacientes europeos (25 españoles), la mitad de los enfermos expresara que, en ocasiones, sus dolores son tan intensos que desean morirse.
Esta investigación indica que seis de cada 10 afectados afirman que el dolor controla su vida y que, por ello, encuentran dificultades para caminar, levantarse, vestirse o dormir. Además, en dos tercios de los entrevistados este problema se traduce en ansiedad y depresión. En relación a las consecuencias que tienen estos dolores en el aspecto laboral, el 65% manifiesta su miedo a perder su puesto y una tercera parte se ha visto obligada a modificar su método de trabajo. «El dolor está presente y matiza lo que tienen que hacer», añadió González Escalada, que lamentó que solamente el 2% de los pacientes con dolor crónico acude a las unidades del dolor.
De la misma opinión es la coordinadora del grupo Opioides de la Sociedad Española del Dolor (SED), la doctora María Dolores Rodrigo, quien recordó que un tratamiento «incorrecto» cuesta «mucho más» al sistema sanitario. La doctora destacó también que el tratamiento farmacológico es una parte «fundamental» en el abordaje del dolor. En este sentido, defendió la administración de opioides, aunque «no todos actúan igual», apuntó en relación a uno de ellos, la morfina. Rodrigo criticó las reticencias que tienen algunos profesionales y pacientes en torno a los posibles efectos adversos que puedan aparecer tras su administración.
Más de cuatro millones de personas padecen dolor crónico en España, un problema que tiene un «elevado impacto» en su vida, en sus familias y en la sociedad, señaló el presidente de la SED, el doctor Alberto Camba. «Pero más allá y como ha puesto al descubierto este estudio, nos preocupa que todavía se acepte el dolor como algo inevitable e intratable, del que no se puede salir», insistió. «Esta epidemia silenciosa no ha recibido en toda Europa la atención que debería, ni por parte de los propios profesionales ni de las autoridades responsables, de forma que es urgente responder de forma coordinada a las necesidades y demandas de este colectivo», argumentó.
