Un nuevo incubador aumenta un 20% las posibilidades de embarazo en fecundación «in vitro»

Permite observar a los embriones en todo momento sin necesidad de manipularlos para conocer el momento exacto de división y su consumo de oxígeno
Por EROSKI Consumer 4 de noviembre de 2010

El pionero incubador «EmbryoScope» aumenta un 20% las posibilidades de embarazo en fecundación «in vitro», ya que permite observar a los embriones segundo a segundo sin necesidad de manipularlos para conocer el momento exacto de división y su consumo de oxígeno, dos variables necesarias para determinar cuál de ellos se debe seleccionar para garantizar el éxito de la fecundación. Fruto del trabajo con este nuevo incubador, el Instituto Valenciano de la Infertilidad (IVI) acaba de dar a conocer al primer niño del mundo que ha nacido mediante este método.

Con este bebé, que ahora cuenta con cinco meses, son ya nueve los nacidos por este nuevo sistema de selección y más de 170 las parejas que han conseguido un embarazo. El presidente del IVI, José Remohí, señaló que la clave de este pionero incubador, desarrollado en Dinamarca tras 10 años de estudios en ganado, es sencilla, ya que consiste en «identificar el mejor embrión para conseguir los mejores resultados». Esta selección es posible gracias a que este nuevo método permite seguir la evolución de todos los embriones a la vez y en tiempo real durante sus primeras 72 horas, antes de ser trasferido al útero. «Es el futuro», subrayó el presidente del IVI, ya que además permitirá reducir los casos de embarazo múltiple.

Hasta ahora había que sacar al embrión de la incubadora para observar una vez al día y durante unos escasos segundos su desarrollo, con lo que sufría al cambiarle las condiciones de temperatura y de luz, explicó el biólogo Marcos Meseguer. Con la nueva técnica, sin necesidad de sacarle de la incubadora, se realiza una fotografía cada 10 ó 15 minutos, de modo que se graban todos los momentos importantes del desarrollo y se comprimen en una película.

Al eliminar estos inconvenientes que generaba la manipulación, no sólo se mejora las condiciones de desarrollo, sino que se puede conocer el momento exacto de división celular. Lo idóneo es que se lleve a cabo entre las 25 y las 30 horas, apuntó el biólogo. También posibilita ver cómo respira, ya que al haber más oxígeno hay mayor calidad del embrión, agregó. Éstas son las dos primeras variables que se han estudiado para seleccionar qué embrión tendrá mayor probabilidades de éxito, pero «hay más», señaló Meseguer.

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