El coordinador del programa de Cooperación Descentralizada de la FAO, Javier Pérez de la Vega, denunció ayer en el marco del Forum de Barcelona que si continua la tendencia actual, hasta el año 2150 no se reducirá a la mitad el número de personas hambrientas en el mundo, a pesar de que en la Cumbre Mundial de la Alimentación de 1996 se calculó que se conseguiría para 2015.
En concreto, fueron 112 jefes de Estado y de gobierno los que en esa cumbre se comprometieron a reducir a la mitad para 2015, los 860 millones de personas que `pasaban hambre en todo el mundo. Sin embargo actualmente hay 842 millones de personas hambrientas, de los cuales 800 viven en países subdesarrollados, 34 en economías de transición y otros 10 millones en países desarrollados.
Pérez de la Vega explicó, dentro del diálogo ‘Pobreza, microcréditos y desarrollo», que comparando el periodo que va de 1999 a 2001, con el que va de 1995 a1997, el número de hambrientos creció en 18 millones de personas en los países en desarrollo. Por ello sentenció que para alcanzar los objetivos previstos habría que pasar de los «dos millones de personas al año que salen de esta situación» de hambruna «a 25 millones anuales», 12 veces más.
En la misma línea, el experto dejó claro que la disponibilidad de alimentos es suficiente para todos, «el problema es político, de falta de voluntad». Por otro lado anunció que como no se solucione este problema «la estabilidad y la paz mundial siempre estarán en entredicho», aunque aseguró que tiene solución, «si aunamos esfuerzos».
Entre las líneas de actuación de la FAO para erradicar el hambre figuran programas de construcción de infraestructuras de riego, mejora de la productividad agraria, ayudas para la diversificación de cultivos e identificación de los problemas sociales que impiden el desarrollo.
Inversión tecnológica
La tecnología es un factor muy importante para solucionar el asunto, ya que «la tierra cultivable está llegando al límite» y según Pérez es fundamental «aumentar la productividad, con más rendimiento por trabajador agrario».
Asimismo consideró necesario que los estados presten más atención al desarrollo del mundo rural, algo que hasta ahora no sucedía. Por ello, aplaudió el compromiso de los gobiernos africanos de doblar la inversión en el sector agrario, pasando del 5 por ciento de sus presupuestos al 10.
Zonas más hambrientas
En cuanto a los lugares en los que se pasa más hambre, el coordinador de la FAO explicó que hay una «urbanización de la pobreza», a raíz del crecimiento de la población de las ciudades, que pasará de los 4.000 millones de personas actuales a 8.000 en el año 2030.
Aun así destacó que la mayoría de los pobres viven en el mundo rural, concretamente, «entre el 70 y el 75 por ciento de los hambrientos vive en el mundo rural», son sobre todo campesinos sin tierra o pequeños propietarios, «con una agricultura de subsistencia y poca formación tecnológica» y estos en su mayoría, se concentran en Asia y el África subsahariana.
