La crisis financiera global se ha traducido en un aumento del hambre y la pobreza en África. Así lo ha denunciado Manos Unidas, con ocasión de la celebración hoy del Día de África. En el continente africano hay, según las cifras más pesimistas, hasta 16 millones de personas que viven con menos de 1,25 dólares al día, señala la organización.
La caída de los precios de las materias primas, el descenso del turismo, la reducción de las remesas y el retorno de muchos de los emigrados, junto con el aumento del desempleo, «han llevado a que el crecimiento económico del contiene africano se sitúe en un 1,6% en 2009, frente al 4,5% de 2008 y el 6% promedio de 2002 a 2008», explica la ONG. La organización lamenta que África vaya a ser «el único continente en el que no se va a cumplir el primero de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que es erradicar la pobreza extrema y el hambre».
A pesar de todo, Manos Unidas ha indicado que tiene «grandes esperanzas» puestas en el continente africano, «en sus jóvenes y en sus mujeres» y, por ello, ha aprobado «61 proyectos de desarrollo en el continente, con una inversión de casi 2,5 millones de euros». Estas esperanzas se centran en que «el continente africano posee enormes riquezas naturales y un grandísimo potencial humano, garantizado por la extrema juventud de su población», apunta la ONG.
Critica que «las leyes de comercio poco favorables, los intereses económicos de empresas occidentales y los altos niveles de corrupción interna impidan que África alcance los índices de desarrollo que por derecho le corresponden» y recuerda que son muchos quienes señalan que la crisis económica actual ha demostrado que «el desarrollo de África no puede ni debe depender sólo de la ayuda externa».
