De los 1.200 millones de personas que viven en el mundo en situación de extrema pobreza, el 70% son mujeres, según una denuncia de Manos Unidas, que también señala que la condición femenina aparece en el 60% de los 550 millones de trabajadores pobres existentes.
Resulta «difícil, por no decir imposible, encontrar un país en el que no se den casos de discriminación hacia la mujer, estén amparados o no por la ley», señaló la ONG. La organización, que centra la mayoría de sus proyectos en las mujeres, criticó aprovechando el Día Internacional de la Mujer las llamadas «Estadísticas de la desigualdad». Elaboradas con datos del Banco Mundial, estas estadísticas demuestran que «en 2006 la brecha de salario entre hombres y mujeres en algunos países llegó a estar entre el 30% y el 40%» o que «las mujeres representan más de la mitad de la mano de obra agrícola» del mundo.
«La lucha contra la desigualdad debe comenzar a edad temprana, en la familia y en la escuela», recordó Manos Unidas. «Privar a las niñas de la educación pone en peligro las posibilidades de desarrollo, porque el analfabetismo de las mujeres y la falta de educación perjudican directamente a los hijos, y con ellos a la familia, a las comunidades y a la sociedad en general», explicó la organización.