Chile se ha convertido en el primer país del mundo en aprobar la neutralidad en la Red, que prohíbe a los proveedores de Internet la discriminación entre usuarios o el bloqueo de acceso a particulares o empresas con independencia de los contenidos. El Parlamento chileno votó la pasada semana el proyecto de ley de Neutralidad en la Red, que se aprobó por 99 votos a favor y una abstención.
El proyecto, que se presentó en el año 2007, tiene como objetivo impedir que los operadores intervengan en la velocidad de transmisión de datos en función de los contenidos sin permitir escoger al consumidor. La norma chilena recoge el fomento del empleo de medidas de control parental que permiten a los adultos vigilar el material al que tienen acceso los menores.
Por lo que se refiere a Unión Europea (UE), donde esta cuestión es motivo de debate, el Ejecutivo comunitario ha puesto en marcha una consulta pública sobre la neutralidad en la Red, para determinar si los operadores pueden estar autorizados a realizar prácticas en la gestión del tráfico en Internet que privilegien a ciertos servicios o aplicaciones sobre otros. La Comisión Europea (CE) también pretende aclarar si el marco regulador de las telecomunicaciones actual garantiza un nivel apropiado de transparencia y competencia entre los diferentes ISP así como abrir las posibilidades de elección para los usuarios.
En España, empresas como Telefónica o Vodafone han planteado la posibilidad de imponer una tasa a los buscadores como Google, lo que reabrió el debate a escala europea. Los operadores argumentan en contra de la neutralidad el elevado consumo de ancho de banda de los buscadores, mientras que los colectivos de internautas reclaman la neutralidad en la Red.