Tecno-graffiteros

Los artistas callejeros se sirven de las nuevas tecnologías para desarrollar su creatividad tanto dentro como fuera de la Red
Por Jordi Sabaté 25 de julio de 2007

Graffiteros virtuales, laser-graffiteros, ciber-grafiteros, LED-graffiteros… Los muros de las grandes ciudades se ponen al día con las nuevas tecnologías y pasan a teñirse con dibujos evanescentes, que duran apenas unos segundos, o bien se cubren con proyecciones en power-point provocativas, e incluso se llenan de pequeños puntos luminosos lanzados con toda la intención provocadora. El arte callejero se expresa de nuevo, pero esta vez con píxels y diodos en lugar de spray.

Los chicos del rayo láser

Los chicos del rayo láser

Un grupo de personas se adentra, montado en bicicletas adaptadas para llevar voluminosos paquetes, en la serenidad de la noche barcelonesa. Se dirigen hacia la plaza de Cataluña, buscando la fachada de unos grandes almacenes; es la superficie ideal.

Llegan a la plaza y se detienen en el centro. Descargan las bicicletas y sacan de sus alforjas un proyector de luz, ordenadores, una cámara de vídeo y un puntero láser. Apuntan el puntero hacia el edificio, a una distancia de unos 50 metros, y disparan el láser.

De repente comienzan a aparecer graffitis sobre la enorme fachada, en la que se van sucediendo las inscripciones con mejores o peores ‘tipografías graffiteras’, mensajes más o menos provocativos; la tecnología usada permite emular al bote de spray hasta en la pintura, que se derrama en goterones azul turquesa por debajo de las letras.

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La visibilidad del espectáculo es absoluta desde cualquier distancia; aquel que quiera puede realizar su ‘pintada virtual’ sobre la emblemática fachada de los grandes almacenes y todo el mundo la ve. Una auténtica fiesta se desarrolla de modo improvisado alrededor de los artistas a ritmo de hip-hop, ‘break beat’ y ‘dance hall’…

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Hasta que llega la policía con intención de saber qué está pasando. Alguien les ha avisado de que había gente realizando pintadas en la fachada de un edifico. Pero, ¿dónde están esas pintadas? ¿Dónde esconden los botes estos radicales? La policía está desconcertada: no hay ningún rastro de infracción, a lo sumo un exceso de ruido en una plaza con un radio de 100 metros.

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“Me sorprendió especialmente la reacción de la Guardia Urbana”, explica divertido José Luis de Vicente, uno de los organizadores del festival Offf Barcelona y principal impulsor de está incursión: “No comprendían nada y sobre todo no sabían cómo catalogar la infracción en la que, según ellos, estábamos incurriendo; finalmente nos denunciaron como artistas callejeros sin licencia”.

Este puede ser un ligero resumen del vídeo que se grabó en mayo en Barcelona con motivo del Offf Festival BCNsobre la cultura post digital. Para la ocasión acudieron Evan Roth y James Powderly, artistas del colectivo Graffiti Research Lab, los verdaderos impulsores de estas nuevas formas de arte callejero.

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“Tanto Evan como James son expertos en tecnología que trabajan en el instituto Eyebeam de Nueva York, dedicados a crear nuevas herramientas para los actuales artistas callejeros”, explica José Luis de Vicente, que añade: “En este sentido es muy importante para ellos que las herramientas que se creen sean de código abierto y libres de licencias restrictivas de explotación comercial”

Roth y Powderly, acompañados por amigos y artistas españoles, realizaron la incursión graffitera, esperaron a que llegara la policía y lo grabaron todo para luego colgarlo en su página de Internet, donde guardan toda su colección de incursionesa lo largo y ancho del mundo, a disposición de los internautas.

De hecho, el proceso creativo de la era digital lo incluye todo: la incursión, la grabación, la llegada de la desconcertada policía y la subida a Internet del vídeo. Así es el ciber-graffiti, o L.A.S.E.R tagg, tal como ellos lo han denominado, y su cultura, cuyo mejor reflejo tal vez sea, como apunta De Vicente, el blog Woodstercollective y sobre todo su apartado de vídeos

Lloviendo diodos

Lloviendo diodos

Otra de los aprovecamientos tecnológicos que han desarrollado en el Graffiti Search Lab es el uso de diodos LED para sus acciones artísticas callejeras. Estos cristalitos que se iluminan cuando están cargados eléctricamente tienen numerosos usos en la vida cotidiana: desde las lucecitas de ‘stand by’ de los electrodomésticos hasta las luces de guía de cines y locales de ocio. Su ventaja es su poco consumo, aunque su potencia es reducida.

De todos modos, usar muchos diodos a la vez puede tener efectos interesantes, sobre todo cuando son de colores variados, pesan poco y llevan un pequeño imán que les permite adherirse a superficies metálicas. Es así como se lleva a cabo una de las principales acciones de los LED-graffiteros, el LED Bombing, o bombardeo de diodos.

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Esta acción un tanto subversiva consiste en acercarse por la noche a una escultura callejera de hierro y bomardearla con miles de estos diodos hasta convertirla en una masa informe y luminosa. La acción también se graba en vídeo y se cuelga luego en la Red, tal como se puede ver en ‘LED throwies‘, una acción que tuvo lugar en la Astor Place de Nueva York.

De hecho, ‘LED throwie’ significa literalmente un diodo lanzable. Consisten en una pila de litio del tipo de las de reloj, un diodo ‘difuso’ de 10 milímetros y un material magnetico adherido al conjunto.

Su fabricación cuesta aproximadamente un dólar (son muy caros) si se fabrican muchos y en serie y se compran los componentes al mejor precio. A este respecto, José Luis de Vicente, que ya ha realizado algunas acciones con esta técnica, aconseja “comprarlos directamente a algún proveedor chino y en grandes cantidades, puesto que así se puede reducir el precio de su fabricación a unos pocos céntimos”.

Lloviendo diodos

Si no se hace así, los costes pueden subir mucho, tal como se explica en la página de tutoriales Instructables. El aspecto positivo de los LED throwies es que pueden duran hasta tres semanas (dependiendo del color que tengan) iluminando la superficie donde se les ha enganchado. Además, su fabricaciónes sencilla; basta con pegar la pila a los polos del diodo con cinta adhesiva, y al conjunto el imán. Ya está dispuesto para ser lanzado.

Bombardear tranvías en Austria

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Como el precio por diodo resulta tan elevado, lo más normal es que el colectivo que realiza una acción con ellos sea numeroso y cada persona se costee sus diodos. De este modo, muchas personas juntas pueden parar un tranvía en Austria y bombardearlo de diodos convirtiéndolo en una bola móvil luminosa y multicolor. Esta acción se hizo en la ciudad de Linz y se puede ver en el vídeo titulado ‘Train bombing‘.

Otras acciones que se pueden realizar con los diodos LED son los electro-graffitis, que consiste en fabricar una plantilla para un determinado graffiti callejero y rellenarla de LED-throwies adhesivos, de modo que luego se puedan colocar sobre la pared, contorneando exactamente al graffiti y dándole un alo de luz.Lloviendo diodosEn este vídeose observa el proceso, donde el graffiti se cubre con una capa de pintura magnética y se dota con un potenciómetro y una batería para regular los diodos.

Lo mismo se pueden hacer plantillas para inscripciones que se puedan pegar a carteles de carretera, o a grandes paneles para anuncios, que se pueden construir provocadores Jesucristos LED para situarlos en los cruces de carreteras o en los postes indicadores. Tal es el caso que se observa en el vídeo Jesus 2.0.

Pintar los muros de la Red

Con la tendencia a los diseños minimalistas, las páginas de la Red dejan muchos espacios en blanco que pueden ser aprovechados por los graffiteros online, usuarios dispuestos a usar el ‘ciber-spray’ para dejar sus graffitis en los muros de Google, Yahoo! o Wikipedia. Incluso algunos son capaces de hackear páginas de importantes gobiernos para expresar con graffitis indelebles su desacuerdocon ellos.

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Estos artistas online utilizan diversas aplicaciones web que funcionan con programas como Flasho Adobe Shockwave,y que permiten funcionalidades online similares a las Freehandy otro software del estilo. Con ellos se pueden ensayar graffitis sobre plantillas que luego se pueden trasladar a blogs o páginas personales de todo tipo, o bien instalar una extensión en la barra del navegador que permitirá al usuario ir pintando páginas con diseños que sólo él y otros usuarios del servicio verán. Algunos de estos programas son:

  • Draw Here:Se trata de un programa que necesita de la instalación de Adobe Shockwave para ser utilizado. Permite al usuario hacer dibujos sobre las páginas web, mediando una extensión que se instala en el navegador, en la barra de favoritos. Así, al presionar el botón de la extensión, se podrán ver los dibujos que otros usuarios han hecho en las páginas más variadas, y también se podrán hacer los propios graffitis.

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  • The graffiti creator:Se trata de un programa que funciona en flash y que trabaja sobre ‘tipografías graffiteras’ ya hechas. El usuario puede dar distintas orientaciones, formas o colores a las palabras escritas en las tipografías que haya escogido. Posteriormente podrá guardar su creación e incluso subirla a su blog o página web, por ejemplo como cabecera.

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  • Graffiti playdo:Es otro programa en flash, que permite pintar sobre un mural las inscripciones o dibujos que se quieran. La calidad, por descontado, corre a cargo del usuario, pero éste puede aprender de otros usuarios viendo sus muros virtuales, o competir online en un mismo muro por hacer el mejor graffiti, en la línea de los juegos masivos multijugador.

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