La UE se muestra a favor de multar a las empresas que envían mensajes electrónicos no solicitados

Apuesta además por reforzar la legislación al respecto y por el establecimiento de códigos de autorregulación
Por EROSKI Consumer 14 de octubre de 2003

La Comisión Europea es partidaria de aplicar sanciones económicas a las empresas de comunicación que envían mensajes electrónicos, ya sean «e-mails» o mensajes a teléfonos móviles, con fines comerciales a usuarios que no los han solicitado, según informó ayer en un comunicado.

El Ejecutivo comunitario ha constatado que la eficacia de prohibir el denominado «spam» o correo basura depende de la imposición de multas por la vía administrativa, puesto que, al ser más accesibles y rápidas, se adaptan mejor que las sanciones judiciales a las características del sector de las comunicaciones electrónicas.

El próximo jueves 16 de octubre la Comisión se reunirá en Bruselas para discutir cómo hacer efectivo el veto al correo no deseado, donde se darán cita representantes de los estados miembros, las empresas y otras partes interesadas.

Para el Ejecutivo comunitario, la aplicación de multas debe ir acompañada también del refuerzo de la legislación en materia de «spam» y del establecimiento de códigos de autorregulación por parte de las empresas, cuya elaboración ya ha sido puesta en marcha en algunas compañías.

Asimismo, apuesta por el desarrollo de salvaguardas tecnológicas, como los filtros de correo electrónico, y, de forma paralela, recomienda abrir cauces efectivos para resarcir a los usuarios de los daños ocasionados por el envío de «e-mails» y mensajes no deseados.

La actual directiva sobre privacidad y comunicaciones electrónicas prohíbe el envío de mensajes no solicitados a las cuentas de correo electrónico o números de teléfono privados con fines comerciales, si el usuario no ha autorizado el envío de estas informaciones.

Esta norma, que debe ser adoptada por los ordenamientos jurídicos nacionales de los países miembros de la UE antes del 31 de octubre de este año, no aclara cuáles son las sanciones que deben aplicarse a las empresas que violen esta directiva, por lo que el Ejecutivo comunitario se dispone a elaborar una comunicación sobre los mecanismos que garanticen la eficacia de la política de prohibición de este tipo de correo.

Daño al comercio «online»

Por otro lado, el comisario europeo de Empresas y Sociedad de la Información, Erkki Liikanen, aseguró ayer que la proliferación de correo no solicitado podría dañar el comercio electrónico y la Sociedad de la Información.

Liikanen recordó que en los dos últimos años, la proporción de envíos no solicitados frente a los voluntarios ha aumentado del 7 al 50% en todo el mundo. En la Unión Europea, concretamente, un 46% de los mensajes recibidos por medios electrónicos no ha sido solicitado.

Finalmente, indicó que la transposición de la directiva es un primer paso en la prohibición del «spam» y que espera la colaboración de los estados miembros, las empresas y los particulares para establecer otras medidas para luchar contra esta práctica.

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