Alemania propondrá el jueves, en la próxima reunión de ministros de Economía de los Veinticinco, que la Unión Europea (UE) fije una tasa sobre el carburante de los aviones para financiar un incremento de la ayuda al desarrollo. Este nuevo impuesto podría encarecer el precio de los billetes de avión entre 5 y 10 euros.
La iniciativa, que será presentada oficialmente a sus homólogos por el ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, consistiría en imponer un impuesto especial de 300 euros por tonelada de queroseno.
Tanto las compañías aéreas como algunos Estados de la UE -Gran Bretaña e Irlanda- se oponen a esta medida, que requiere la unanimidad de los países miembros.
El Gobierno alemán sugirió por primera vez durante la reunión de los ministros de Finanzas del G-7 en Londres, a principios de febrero, la posibilidad de introducir una tasa sobre el queroseno para pagar proyectos de lucha contra la pobreza en África. El primer ministro de Luxemburgo y presidente de turno de la UE, Jean-Claude Juncker, dijo tras este encuentro que el nuevo impuesto contaba con un amplio respaldo entre los Veinticinco.
Por su parte, la Comisión Europea señaló ayer que no tiene ninguna posición oficial sobre esta propuesta y recordó que no existe «consenso» entre los Estados miembros para sacarla adelante.
