El coro de la Catedral, que en el siglo XVII sustituyó a la sillería pétrea del Maestro Mateo, volverá a Santiago después de estar casi treinta años en el monasterio de Sobrado dos Monxes, según informa el Correo Gallego.
La humedad creciente de la iglesia monacal y los abusos de turistas desaprensivos provocaron el deterioro de la monumental pieza, obra de Juan Dávila y Gregorio Español y considerada por los expertos la obra capital del manierismo y el primer barroco español.
Un convenio firmado ayer entre el Arzobispado el Cabildo y Caixa Galicia permitirá trasladar de regreso a Santiago la sillería y restaurarla. La iniciativa supondrá una inversión de 340.000 euros. La pieza se instalará en el coro alto de San Martiño Pinario, donde ya pasó unos años cuando fue retirada de la Basílica. La sillería estará montada y restaurada en el verano de 2004, a tiempo para el Xacobeo.
El arzobispo de Santiago, monseñor Barrio, el director xeral de Caixa Galicia, José Luis Méndez, y el canónigo magistral de la Catedral, Celestino Pérez de la Prieta, firmaron ayer el acuerdo que da vía libre al proyecto. En cuanto la Catedral disponga de los permisos necesarios de la Dirección Xeral de Patrimonio desmontará la antigua pieza y la traerá a Compostela, donde comenzarán los trabajos de restauración.
La intervención movilizará a un equipo multidisciplinar integrado por el historiador Andrés Rosende, el arquitecto Ricardo Sáez, el arqueólogo de la Catedral, José Suárez Otero, y los restauradores Gustavo Ferreiro y Miguel Suárez.
Monseñor Barrio agradeció la «sensibilidad» de Caixa Galicia hacia el patrimonio. Por su parte, José Luis Méndez, recordó que algunas de las cajas de ahorros integradas ahora en Caixa Galicia tuvieron su origen en la Iglesia. Celestino Pérez de la Prieta señaló que el convenio supone una «gran alegría» para el Cabildo, preocupado desde hace años por el estado de la pieza.
Pérez de la Prieta elogió en especial la labor desarrollada por el director del museo catedralicio, Alejandro Barral, en la operación de rescate de la sillería.
El coro de madera de la Catedral tenía unas dimensiones originales de nueve metros de ancho por dieciséis. La falta de espacio en Sobrado obligó a recortarlo. Las piezas sobrantes están ahora dispersas en varias colecciones y museos. Barral hizo ayer un llamamiento para que regresen también a Compostela.
