Viajar con mascotas

Por regla general, los animales deben ir facturados en la bodega del avión o del barco
Por EROSKI Consumer 22 de agosto de 2002

Lo cierto es que los animales domésticos pueden ser aceptados como equipaje. No obstante, para lograrlo, se debe abonar la tarifa de exceso de equipaje, con independencia de la franquicia a la que se tenga derecho como pasajero.

Como regla general, los animales deben ir facturados y estibados en la bodega del avión. Allí irán colocados en un contenedor aunque, en determinadas ocasiones, pueden viajar con su dueño en la cabina de pasajeros debidamente acondicionados. Para ello es necesario que te preocuparse de su cuidado y transporte durante el vuelo, sin causar molestias a los demás pasajeros. En este caso, habrá que respetar tanto las medidas máximas del recipiente como las condiciones de peso máximo permitido del animal con su recipiente o jaula, que no podrá exceder de los seis kilos.

En cualquier circunstancia, es bueno que tener presente que las compañías aéreas pueden limitar el número de animales domésticos que viajen en cabina. Además, no se permitirá la estancia en cabina de animales que por sus características (por ejemplo, mal olor) puedan ser molestos para el resto del pasaje y de la tripulación.

Sin embargo, el perro amaestrado para la misión de perro-guía que acompañe a un pasajero invidente viajará en cabina, salvo que lo impidan regulaciones nacionales o de las compañías aéreas. Por su transporte, tanto en cabina como en bodega, no deberá abonarse ninguna cantidad. En este caso no es necesario realizar ningún trámite. Basta que el perro vaya debidamente equipado con bozal, collar y correa. En el caso de que viaje en cabina, irá junto al pasajero en el lugar que le asigne la tripulación.

En el caso de que el desplazamiento se vaya a realizar en barco, el animal doméstico habrá de permanecer en un compartimiento especial, situado junto a la bodega. En las travesías largas, se le puede visitar e incluso pasear con él siempre que se cuente con la correspondiente autorización del capitán. Un consejo muy útil consiste en consultar a al veterinario si se debe vacunar contra la rabia, dado que en los barcos puede haber ratas, potenciales transmisoras de la rabia.

Por su parte, RENFE ofrece la posibilidad de que el perro y el gato viajen con el dueño en un compartimiento privado. Si se comparte con otro pasajero, éste deberá estar de acuerdo. La tarifa por el animal es la infantil. Si no se dispone de un compartimiento privado, el animal viajará dentro de una jaula en el furgón de equipajes. En este caso, el precio es el correspondiente al peso del animal, según la tarifa de Paquete Express. Sin embargo, si el vagón de carga cuenta como perrera o jaula será aplicable la tarifa infantil.

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