Google App Engine: servidores de alquiler

Un servicio que permite a los desarrolladores almacenar y ejecutar sus propias aplicaciones web en los servidores de Google
Por Antonio Delgado 29 de abril de 2008
Img gengine listado
Imagen: CONSUMER EROSKI

Google posee una de las redes de servidores más potentes del planeta. Cada vez que los usuarios acceden a un servicio del buscador, como las búsquedas o el correo electrónico, éste pone en marcha toda su maquinaria con el fin de localizar unos datos que están almacenados en miles de servidores repartidos por todo el mundo. De este modo, puede dar servicio de forma inmediata a millones de peticiones por segundo. Ahora Google pone su red a disposición de los desarrolladores de aplicaciones para que éstas ganen en eficacia y rapidez de ejecución.

Cuando un servicio pasa de ser usado por unos pocos a ser utilizado por millones de usuarios se produce una sobrecarga en sus estructuras y una fálta de capacidad de sus servidores

Evitar «morir de éxito»

Para un desarrollador web o una empresa emergente («startup») de Internet, poder disponer de toda la capacidad de proceso de Google es un sueño, ya que muchos de los problemas que tienen los servicios más innovadores de la Red giran en torno a la escalabilidad de sus arquitecturas de programación frente a los picos de demanda. Esto significa que cuando un servicio pasa de ser usado por unos pocos a ser utilizado por millones de usuarios (pico de demanda), se produce una sobrecarga en sus estructuras por un excesivo tráfico y una falta de capacidad de almacenamiento de datos en sus servidores. En ese momento el servicio debe mejorar tanto la solidez de su arquitectura de programación como la capacidad de sus servidores, y debe hacerlo con rapidez si no quiere «morir de éxito».

Para facilitar las tareas de escalabilidad en este tipo de servicios, Google acaba de presentarGoogle App Engine, pensado para que los desarrolladores web diseñen sus propias aplicaciones utilizando los servidores y la tecnología de Google. De esta forma, las «startups» tecnológicas no tienen que preocuparse por acondicionar sus propios servidores.

Google acaba de presentar Google App Engine, pensado para que los desarrolladores web diseñen sus aplicaciones con los servidores y la tecnología de Google
Los desarrolladores de aplicaciones «online» pueden ahorrarse así el tener que crear una red de servidores para dotar a su aplicación de la estabilidad y la escalabilidad necesarias para soportar los picos de alta demanda. También ahorran en los costes de montaje de estas plataformas y pueden concentrase en el desarrollo de la aplicación.

Un servicio gratuito inicialmente

Durante la primera fase de pruebas de Google App Engine, el servicio es gratuito y bajo invitación. Para ello, los desarrolladores disponen de hasta 500 Megabytes para el almacenaje de datos, una limitación en la capacidad de procesado de 200 Megaciclos de CPU por día (es la cantidad de trabajo diario que les ofrece la red de computación de Google) y un ancho de banda de 10 Gigabytes diarios (sumando tráfico de carga y descarga). Todo ello con un límite de tráfico de hasta de cinco millones de páginas vistas al mes.

Después de esta fase beta, Google comenzará a cobrar por el servicio dependiendo de los recursos utilizados

Después de esta fase beta, Google comenzará a cobrar por el servicio dependiendo de los recursos utilizados, como el espacio de almacenamiento o el número de consultas, por encima de las limitaciones actuales. Aún no se ha publicado la tabla con los precios ni los recursos por los que Google cobrará.

El lenguaje de programación de este servicio es Python, aunque se espera que una vez terminada esta fase de pruebas, el sistema soporte otros lenguajes para hacer más neutral su uso. Con el fin de utilizar los servicios de Google App Engine, los desarrolladores deben descargarse una aplicación de desarrollo SDK -disponible para Linux, Mac OS X y Windows- que es la encargada de la gestión del código de programación y su sincronización con los servidores de Google.

Nubes de computación distribuida

La utilización de este sistema de “hosting” en el que las empresas desarrollan sus aplicaciones en una red de servidores más o menos difusa (conocidas como “nubes de computación distribuida”), se está convirtiendo en uno de los servicios más interesantes para las pequeñas empresas de Internet por las ventajas que supone. Sin embargo, existen algunos puntos negativos, como la dependencia excesiva de un único proveedor en los procesos claves del sistema.

Existen algunos puntos negativos, como la dependencia excesiva de un único proveedor en los procesos claves del sistema

Amazon, otra empresa con gran experiencia en la creación de grandes infraestructuras de computación, lanzó un sistema similar llamado Amazon Web Service, que es utilizado por miles de empresas de Internet de todo el mundo. Servicios web como Twittero Pownce utilizan Amazon Web Service para el almacenaje de las fotografías de los usuarios. De esta manera, se ahorran los costes de almacenaje en sus propios servidores, así como la infraestructura necesaria para ello.

Los analistas esperan que otras empresas del sector, como Microsoft, lancen servicios parecidos, así como una reorientación de las empresas de “hosting”, que pasarían de vender servidores de forma individual (donde los desarrolladores deben implementar e instalar toda su estructura para la estabilidad del sistema) a servicios de proceso de datos distribuidos.

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