El uso del preservativo entre los jóvenes está más asociado a prevenir embarazos que enfermedades

Investigadores de la Universidad de Vigo han analizado las prácticas sexuales en los jóvenes españoles de 14 a 24 años
Por EROSKI Consumer 20 de febrero de 2009

Los jóvenes españoles utilizan el condón con el propósito de evitar embarazos, no enfermedades. Ésta es una de las conclusiones de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Vigo sobre el uso de los preservativos entre la juventud en relación con las prácticas de riesgo y las enfermedades de transmisión sexual.

Para llevar a cabo la investigación se recogió una muestra de 2.171 chicos y chicas de 14 a 24 años en tres comunidades autónomas (Galicia, Andalucía y Madrid) y se realizaron dos grupos de estudio: el adolescente (14-18 años) y el de jóvenes (19-24 años).

«Los resultados confirman que la utilización del preservativo en los chicos y chicas españoles está más asociado a evitar embarazos no deseados que a prevenir el contagio de enfermedades de transmisión sexual, ya que su uso es más alto en las prácticas coito-vaginales que en el coito oral o anal», señaló al Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC) José María Faílde, autor principal del estudio.

Según este experto, «aunque las chicas muestran una gran preocupación ante el riesgo de embarazos no deseados, no tienen la misma percepción de riesgo ante las infecciones de transmisión sexual, lo que provoca una falsa percepción de seguridad cuando se establece una relación monogámica».

La percepción de riesgo cambia con la edad

El uso del condón cambia por edades. En contra de lo que pueda parecer, los adolescentes (menores de 18 años) utilizan más el condón que los jóvenes. Los autores dicen que, con la edad, se van estableciendo parejas afectivas de mayor duración, lo que lleva a cambiar de anticonceptivos (por ejemplo, métodos hormonales para sustituir al preservativo).

«Cuando uno es más joven, el miedo a embarazos no deseados conlleva mayor protección», dijo el investigador gallego. «Sin embargo, al aumentar la edad, hay una mayor relajación en la utilización de métodos profilácticos y se utilizan más otros métodos como la píldora». Faílde advierte de que la monogamia no significa ausencia absoluta de riesgos. «Hay que dejar claro que en la sociedad en la que vivimos una relación monogámica no es una garantía suficiente de seguridad». El problema es que muchas parejas desconocen su estado serológico (presencia de anticuerpos) al dejar de utilizar el preservativo.

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