Haití seis meses después

La situación ha mejorado gracias al trabajo de numerosas organizaciones, pero las carencias son todavía enormes
Por Azucena García 14 de julio de 2010
Img haiti
Imagen: UNDP

Llamó la atención de todo el mundo. Removió millones de conciencias, en consonancia con la recaudación que se consiguió para aliviar parte del dolor de los miles de damnificados. Pero hoy Haití no se ha recuperado del duro golpe que recibió hace seis meses en forma de seísmo. Numerosas ONG han hecho balance. Han desvelado qué se hizo bien y los errores que, en su opinión, se han cometido.

Imagen: UNDP

Se acaban de cumplir seis meses de la peor catástrofe natural que se recuerda. El 12 de enero, una fuerte sacudida redujo Haití a escombros y tragó a miles de personas mientras se encontraban en sus casas, en el lugar de trabajo, en la escuela, en la calle… El mundo entero vio las imágenes y prestó ayuda y dinero para superar el drama cuanto antes. La magnitud de la tragedia eclipsó otras como el terremoto ocurrido en Chile el 27 de febrero, apenas unas semanas después. Todavía hoy ocurre así.

Seis meses después, las ONG hacen balance. Acudieron desde todas las partes del mundo tras la llamada de auxilio del país. Intentaron coordinarse entre el caos y atender a la población que más lo necesitaba en ese momento. Numerosos voluntarios desplazados hasta el lugar trabajaron durante jornadas inagotables para salvar vidas y prestar apoyo. La reconstrucción física quedaba entonces lejos, pero hoy ya se plantea y las organizaciones realizan sus aportaciones.

Muchas trabajan todavía en los campos de desplazados que se habilitaron tras derrumbarse multitud de techos. Cada una ha intentado desempeñar su labor en los ámbitos que dominan. Es el caso de la ONG Cesal, que lleva a cabo intervenciones de gestión de los «lugares de abrigo», nutrición y apoyo psicosocial. Más de un millón de ciudadanos perdieron su casa y «la situación no se ha resuelto para los supervivientes en la isla», subraya Entreculturas.

Carencias

A pesar de la generosidad de numerosos donantes y del trabajo altruista de las organizaciones, las necesidades son enormes. Por eso, los programas se plantean a largo plazo y con grandes equipos, que se coordinan tanto desde el lugar de origen como el de destino.

Las necesidades obligan a plantear programas a largo plazo y con grandes equipos

Desnutrición. Cesal explica que «la destrucción física y la pérdida de las fuentes de ingresos de las familias ha provocado un estado de desnutrición general de la población». La falta de comida supone un grave inconveniente para el desarrollo cognitivo, la capacidad de aprendizaje y el estado sanitario de los pequeños, a la vez que afecta a las mujeres embarazadas y a los lactantes. La entidad lleva a cabo un proyecto de nutrición en Cité Militaire, junto con su socio local AVSI y financiado por UNICEF. Atiende a más de 3.000 niños menores de cinco años, mujeres embarazadas y lactantes. Realiza un diagnóstico del estado nutricional, con seguimiento médico y complementos nutricionales cuando es necesario, forma a las familias en temas relativos a la alimentación de los niños e higiene y promueve la lactancia materna. Además, UNICEF suministra alimentación a unas 550.000 personas con necesidades especiales (menores de cinco años y madres lactantes) y unos 2.000 niños con malnutrición severa aguda reciben atención y alimentación terapéutica, «que salva sus vidas».

Problemas psicológicos. Son frecuentes síndromes postraumáticos, estrés o angustia debido al terremoto, en especial, en los niños. Cesal, con apoyo de UNICEF, presta apoyo psicosocial, atiende a niños hasta 18 años, realiza actividades con adultos y un seguimiento de los grupos considerados más vulnerables, como huérfanos y ancianos abandonados que viven en los campos.

Viviendas. La falta de un techo preocupa ante la llegada de la temporada de lluvias. Las tiendas de campaña de los campamentos se han deteriorado y no resistirán el agua y los huracanes. También se teme por la separación de numerosas familias y porque, asegura Entreculturas, no hay una estrategia de futuro clara. Algunas personas han tenido que ocupar tierras que los propietarios les reclaman y carecen de servicios básicos. La ONG World Vision reclama que el reto pendiente en Haití son los refugios permanentes para miles de personas.

Abusos sexuales. Desde el comienzo se intentaron evitar. La situación de los campamentos, con habitáculos separados por lonas, en ocasiones ni siquiera así, preocupó debido a la presencia de numerosos menores. Se siguieron medidas como mantener las luces encendidas o contar con servicio de vigilancia, pero no siempre ha sido posible evitar casos de prostitución juvenil y de mujeres que intentan sacar adelante a sus familias.

Escasez de recursos. Además de salvar vidas, las organizaciones proporcionan recursos básicos como agua y comida. UNICEF suministra agua a 330.000 personas, ha inmunizado a más de 275.000 niños contra enfermedades que se pueden evitar con vacunación, ha entregado material escolar a medio millón de niños y ha dado formación especial a 2.300 profesores y a 3.000 trabajadores de la enseñanza. Un total de 3.978 escuelas se destruyeron -el 80% de la zona afectada por el terremoto-, por lo que esta organización se planteó como reto, junto con el Gobierno del país, «llevar a todos los niños y niñas de Haití a la escuela».

Comienza la reconstrucción

Se estima que pasarán años hasta que Haití recupere los edificios e infraestructuras que perdió tras el seísmo. World Vision detalla el papel de las ONG y asegura que están en un proceso de transición, en el que pasan de realizar programas de ayuda humanitaria a comenzar tareas de reconstrucción y rehabilitación. El objetivo es conseguir refugios o viviendas permanentes para 1,5 millón de personas, ahora al cobijo de tiendas de campaña. De momento, participan en proyectos de construcción de viviendas temporales y evalúan cómo reparar o construir viviendas definitivas en Puerto Príncipe. La entidad ya ha previsto programas de reconstrucción a medio y largo plazo.

El objetivo es conseguir refugios o viviendas permanentes para 1,5 millón de personas, ahora en tiendas de campaña

Los problemas con los que se topan son los derivados de la propiedad de la tierra, ya que es difícil establecer a quién pertenece, y la organización de las viviendas temporales: ¿cuál es la forma más apropiada de concesión?, ¿qué cantidad debe construirse?, ¿cuántos fondos serán necesarios?

Ayuda en Acción trabaja en Haití con ActionAid, que también participa en la construcción de refugios temporales. Su objetivo es construir 200 en seis meses. Además, impulsa programas «cash for work» (dinero por trabajo), mediante los cuales casi 3.000 ciudadanos haitianos reciben cada día cinco dólares por trabajar en la rehabilitación de las carreteras, la retirada de escombros o la limpieza de los ríos para evitar inundaciones.

Las cifras, por qué ayudar a Haití

Las cifras de la catástrofe son contundentes. Haití recopila unos números alarmantes, que justifican la ayuda prestada hasta el momento. “Seis meses después, ya podemos afirmar que el terremoto de Haití ha representado la mayor intervención de emergencia de la historia de MSF, tanto en personas atendidas como en recursos invertidos”, recalca Aitor Zabalgogeazkoa, director general de Médicos Sin Fronteras España, que ha creado un microsite en el que recoge información relativa a estos seis meses en Haití. Como cifras más llamativas, destacan:

  • Unos 200.000 hogares destruidos.
  • Más de 220.000 fallecidos.
  • 1,5 millones de personas afectadas de algún modo por la catástrofe.
  • 1,6 millones de personas en campos de desplazados superpoblados.
  • Más de 400 lugares de acogida construidos tras el terremoto, algunos inundables.
  • Más de 300.000 heridos.
  • Un 60% de las infraestructuras institucionales destruidas.
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