Navegar por Internet desde un avión

Dos sistemas de acceso a la Red en pleno vuelo posibilitan la navegación a precios razonables y abren la puerta a nuevos servicios de cabina
Por Jordi Sabaté 24 de junio de 2008
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Imagen: CONSUMER EROSKI

Ahora, por fin, sí. Los aviones van a dejar de ser para los internautas esa “isla desierta” a la que hay que llevar todo tipo de entretenimientos para pasar las horas. Las experiencias de los fabricantes de aviones Boeing y Airbus con sus sistemas de conexión a Internet en pleno vuelo resultaron del todo fallidas por sus desorbitados precios para el pasajero. Sin embargo, lejos de tirar la toalla, diversas compañías han buscado tecnologías más asequibles y finalmente dos de ellas han salido adelante. Se trata de AirCell y Row 44, dos empresas que permiten ofrecer acceso barato a la Red durante el vuelo y, de paso, propician toda una serie de nuevos servicios de cabina tanto para el pasaje como para las operaciones aéreas.

Los nuevos servicios son adoptados cada día por más compañías para sus rutas de vuelo y se asegura que en menos de dos años estarán presentes en todo el mundo

Algunos manuales de aprovechamiento del tiempo aconsejan a los ejecutivos llevarse el portátil al avión para trabajar, pues hasta ahora ha sido el único sitio donde el usuario estaba completamente desconectado y no podía ser interrumpido en su labor. Los profesionales conseguían en vuelo su mejor concentración. Sin embargo, parece que definitivamente ni en la cabina del avión se podrá esquivar la Red. Los nuevos servicios lanzados por Aircell y Row 44 son adoptados en Estados Unidos cada día por más compañías para sus rutas de vuelo y se asegura que en menos de dos años estarán presentes en todo el mundo.

Precedentes de lujo

No es este el primer asalto que ha planteado Internet sobre el avión. Anteriormente, en 2005, los principales fabricantes de aviones, Boenig y Airbus, ya se plantearon la necesidad de que sus aparatos estuviesen dotados de conexión a la Red durante los viajes largos, pues era una de las principales demandas del pasaje en rutas de más de tres horas de duración.

Boeing apostó por el servicio Connexion, que ofrecía un ancho de banda de cinco megabits por segundo que se repartían entre todo el pasaje

Cada fabricante eligió un sistema distinto para ofrecer el acceso vía wifi. Boeing apostó por el servicio Connexion, que se basaba en una señal de Red enviada desde la tierra y rebotada por los satélites. Posteriormente, ésta se repartía por la cabina mediante una antena wifi. Su precio oscilaba entre los diez dólares la hora y los 25 dólares por una tarifa plana de 24 horas. Su ancho de banda era de cinco megabits por segundo que se repartían entre todo el pasaje. Esto suponía que cuantos más pasajeros se conectarán, más descendía el ancho de banda por pasajero, de modo que con 20 pasajeros conectados, tocaba a 250 kilobits por segundo por cada pasajero. Algo del todo insuficiente, y más a estos precios.

OnAir ofrecía llamadas ordinarias desde el asiento del pasajero y la posibilidad de enviar y recibir correo electrónico

Por su parte Airbus apostó por el sistema OnAir, que ofrecía llamadas ordinarias desde el asiento del pasajero, posibilidad de enviar y recibir correo electrónico y también de establecer un chat con otra persona. OnAir estaba estudiando ofrecer la posibilidad de navegar por las páginas web, así como cobertura GPRS dentro del avión. Su precio, básicamente por poder hacer llamadas y recibir correo electrónico, era de diez dólares la hora, un precio de lujo.

Estos servicios fracasaron por falta de uso y hoy en día sus páginas web ni siquiera están operativas o bien ofrecen sólo información general, pero sin servicio. Con su abandono, parecía que el avión iba a seguir siendo esa «isla desierta» para los internautas, pero recientemente dos propuestas adoptadas por diversas compañías en Estados Unidos han abierto la puerta a las conexiones «baratas».

AirCell

AirCelles un sistema de acceso en pleno vuelo basado en la emisión de señal de Internet por parte de 92 torres celulares situadas por el territorio de Estados Unidos. Cada torre tiene una cobertura de un radio de hasta 402 kilómetros. Por lo tanto, su ámbito de uso no excede el país, que de todos modos es el que mayor tráfico aéreo tiene, con rutas costa a costa de larga duración.

El ancho de banda es de tres megabits por segundo y el precio de 13 dólares por vuelo

La señal emitida por las torres es captada por el avión mediante un aparato descodificador y enrutador que pesa 45 kilogramos y cuyo coste de instalación ronda los 100.000 dólares. Posteriormente el router emite la señal por antena wifi a toda la cabina por una frecuencia especial que anteriormente había estado destinada a llamadas de telefonía especial. Los pasajeros pueden así conectarse desde sus dispositivos y navegar sin problemas, siempre que tengan concentradores de señal wifi, pues es el único modo de acceso. El ancho de banda es de tres megabits por segundo y el precio de 13 dólares por vuelo. Ha sido adoptado por American Airlines y Virgin America.

Row 44

Se trata de un sistema más nuevo en su lanzamiento que incorpora mayor velocidad de acceso, menor precio y más cobertura. El servicio de Row 44 se basa en la recepción de la señal por medio de satélites que orbitan alrededor de la Tierra, por lo que ofrece también cobertura para vuelos intercontinentales. La velocidad de conexión en la cabina es de 30 megabits por segundo y el precio es de seis dólares por vuelo.

El acceso por este sistema permite la navegación, el uso de la mensajería instantánea y el correo electrónico, así como la realización de llamadas de móvil. También, debido a su considerable ancho de banda, Row 44 ofrece un servicio de televisión a la carta y llamadas de voz por Internet. El servicio se utiliza de momento en los vuelos de Southwest y Alaska Airlines.

Servicios de cabina

Más allá de lo que pueda suponer la posibilidad de navegar mientras se está volando, y los beneficios que de ello se derivan, el acceso a la Red en las cabinas de los aviones abre la puerta a numerosos e innovadores servicios:

  • Televisión y vídeos a la carta: la compañía aérea puede tener un servidor donde almacene las películas que quiera ofrecer a sus pasajeros para que estos se conecten al mismo mediante una contraseña y puedan escoger qué quieren ver. Con ello se multlica la cantidad de archivos audiovisuales a disposición del pasaje. Row 44 ya ofrece la posibilidad de integrar un servicio de este tipo. También se puede acceder a televisión en directo vía Internet.

  • Hilo musical: ocurre lo mismo que con las películas. Se puede almacenar gran cantidad de canciones y subdividirlas en diversos canales, crearemisoras inteligentes, etc. También se accedería a este servicio mediante contraseña.

  • Comunicación por voz IP: sería posible hacer desaparecer la desagradable voz metálica que ofrece la comunicación del vuelo y sustituirla por otra más sofisticada, o simplemente por mensajes de texto, con lo que se ganaría en calidad sonora. Además, la comunicación y la información del vuelo se podría ofrecer en tantos idiomas con viajeros hubiera. Incluso se podría ofrecer información en tiempo real de las condiciones meteorológicas, de la ciudad de destino, etc.

  • Información del vuelo para los pilotos: en otro ámbito, el acceso a la Red en el avión también sería muy útil para el pilotaje. Los pilotos podrían recibir tanto del aeropuerto de origen como del de destino información en tiempo real y actualizada sobre las condiciones meteorológicas en el destino, las posibles incidencias o la fluidez del tráfico aéreo, aspectos que podrían mejorar el aterrizaje. Row 44 ya dispone de un servicio de este estilo en los aviones donde funciona.

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