Siete juegos infalibles para bebés de hasta tres meses

Los juegos más efectivos para niños menores de tres meses deben ser muy simples, como canciones, caricias y enseñarles objetos
Por Cristian Vázquez 13 de enero de 2014
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Imagen: pfly

Para jugar con los bebés más pequeños, los menores de menos de tres meses, la clave pasar por captar la atención de sus sentidos. Por eso, la voz de los padres y el contacto visual y con su piel es fundamental. Este artículo recoge siete juegos para bebés de hasta tres meses que proporcionan diversión y estímulos: desde tratar de cantar canciones y estimular sus primeros movimientos, hasta ofrecerles objetos que les resultan atractivos, además de caricias y masajes.

Juegos para estimular a los bebés de tres meses

Algunas personas tienen la sensación de que, durante sus primeros tres meses de vida, los recién nacidos no hacen mucho más que alimentarse y dormir. Si bien estas actividades son las que ocupan la mayor parte de su tiempo, también hacen otras cosas, pues, poco a poco, comienzan a descubrir el mundo. Una manera de ayudarles consiste en jugar con ellos con juegos simples, que procuren llamar la atención de sus sentidos y estimulen su desarrollo.

Un documento de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), titulado ‘El niño y el juego‘, señala que «en el recién nacido y hasta la edad de tres meses, el juego se reduce al balanceo o mecedura, que reproducen las sensaciones sentidas en el vientre de la madre«. Añade que «en esta fase, el niño se percibe a sí mismo como un todo indisociable, ya que no ha adquirido todavía conciencia de la distinción entre su propio cuerpo y el mundo exterior».

Los juegos para bebés hasta tres meses de edad favorecen su estimulación temprana y permiten a los niños conocer el mundo

Durante el primer mes de vida, además, el recién nacido tiene unos reflejos involuntarios y automáticos. El libro ‘El juego infantil y su metodología (McGraw-Hill, 2010) apunta que, por eso, «los adultos representamos todo tipo de objetos (luminosos y sonoros principalmente) ante la mirada del bebé; y, en ocasiones, los desplazamos, de un lado a otro, para estimular su visión y su audición». De este modo, poco a poco, el niño comienza a tomar conciencia de esa distinción entre su cuerpo y el resto del mundo.

Entre los dos y cuatro meses, el bebé pone en marcha un tipo de conducta llamada reacción circular primaria, una conducta realizada originalmente al azar y sin ningún propósito, pero «que produce un resultado tan placentero que motiva al niño a repetirla hasta encontrar el mismo efecto», señalan sus autores. Como esto lo realiza sobre su propio cuerpo, aparecen gestos como los balbuceos, las sonrisas y los movimientos de cabeza y de manos. Muchos de los juegos apropiados para esta etapa temprana de la vida del pequeño se basan en este tipo de comportamiento.

A continuación se describen siete actividades para bebés de tres meses, una etapa tan temprana como importante.

1. Juegos para bebés de tres meses: canciones

Lo más importante con un niño tan pequeño es captar con los juegos la atención de sentidos como la vista (sin olvidar que en las primeras semanas todavía está poco desarrollada), el tacto, el oído o el olfato.

Cantarle al bebé es muy importante porque, además de tranquilizarle, refuerza el vínculo entre padres e hijo. Y mucho más cuando estas canciones van acompañadas de gestos faciales, movimientos del cuerpo y contacto físico (caricias, apretones ligeros de sus manitas, etc.).

2. ¡A bailar!

Este juego para bebés de hasta tres meses está, desde luego, asociado a las canciones. En lugar de que el niño sea solo un oyente o un espectador, se toma en brazos y, con movimientos suaves, se baila con él.

Los juegos para bebés deben ser sencillos y estimular su movimiento y el contacto con sus padres

Como a los pequeños les resulta placentero estar apretaditos y que los mezan, a muchos también les gusta el movimiento de los adultos cuando los llevan en mochilas o fulares portabebés. Hay incluso bebés que se tranquilizan y disfrutan cuando la persona que los lleva en un portabebés realiza pequeños movimientos del cuerpo, que tienen que ser, por supuesto, suaves.

3. «Cucú, ¿qué es?»

Un juego que entretiene mucho a los más pequeños es mostrarles objetos. Cuando estos captan su atención, los siguen con la mirada, de un lado a otro y de arriba abajo. De esta manera, no solo se divierten, sino que además se trabaja y fortalece el cuello y se estimula el control cefálico (de la cabeza).

En relación con la vista, lo que más llama la atención de los bebés son los colores intensos, las luces y los contrastes, por lo cual este juego va mejor con artículos de estas características.

4. La cinta en la nariz

Consiste en que el adulto tome una cinta muy pequeña, suave y de algún color llamativo, preferiblemente rojo, y se la ate en un dedo. Luego, llamará la atención del bebé, colocando la cinta sobre él, y la bajará hasta que el extremo de esta toque su nariz o alguna otra parte de su cuerpo.

Este sencillo juego para niños de hasta tres meses desarrollará la capacidad visual y el tacto. En lugar de una cinta, también se pueden usar otros objetos, siempre que resulten suaves y atractivos.

5. Caricias y masajes

El contacto directo con el bebé también es muy importante. Por eso, las caricias -tanto en la cara como en el resto del cuerpo cuando está desnudo- son muy valiosas para estimularlo, y que él sienta cerca a la persona que lo cuida.

Siempre se debe mantener el contacto visual con el pequeño. Además, esta actividad resulta mucho más entretenida si se acompaña de palabras tiernas o canciones.

6. Texturas para bebés

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Imagen: danibabii08

Muchos objetos de uso cotidiano también esconden una enorme cantidad de texturas que ayudan a que el bebé empiece a conocer el mundo que lo rodea. Solo en el armario, hay muchos tejidos con los que acariciarle y poner cerca de sus manos, para que experimente con sus deditos. También se le pueden acercar cepillos, algodón, pedazos de celofán (que hace ruido al apretarlo), etc.

Es fundamental corroborar, por supuesto, que todos los tejidos y otros materiales que se aproximen al pequeño estén limpios y sean seguros, y no insistir si se nota que alguno le desagrada.

7. Lecturas para los más pequeños

Está claro que los bebés, a esta edad tan temprana, no entienden el contenido de las lecturas. Pero la voz (sus inflexiones, su musicalidad) de la madre o el padre al leerles cuentos pueden conseguir que se relajen y entretengan.

Además, si se les acostumbra a la lectura desde bien pequeños y los libros para bebés forman parte de su entorno desde bien pronto, será más probable que luego sientan cariño por ellos.

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