El portabebés es la forma más cercana de llevar al niño, ya que el pequeño va colgado en contacto con el cuerpo de la madre o el padre. Su uso es tendencia, ya que brinda calidez y seguridad al bebé. Este artículo explica las ventajas del portabebés y qué tipos existen: desde sencillos fulares o bandoleras hasta modernas mochilas ergonómicas. Ofrece también consejos para saber cómo colocarlos.
Los portabebés permiten llevar al niño colgado junto al cuerpo de la madre o el padre, lo que favorece un contacto estrecho con el pequeño, mucho más directo que el que ofrece el cochecito o carrito infantil.
El portabebés da seguridad al niño y el adulto tiene ambas manos libres
Este tipo de sistemas «posibilita que los bebés se sientan más seguros y arropados, lo que reduce el nerviosismo del niño y aumenta sus periodos de sueño», asegura la asociación Red Canguro, formada por madres y padres que promueven su uso.
Existen distintos tipos de portabebés, desde sencillos fulares hasta mochilas ergonómicas, y en general pueden utilizarse desde los primeros días de vida del pequeño. A continuación se detallan las variantes más usadas, sus ventajas y algunas precauciones que conviene tener en cuenta.
1. El fular, el portabebés más sencillo
El fular es el tipo más simple de portabebés. Consiste en una larga tela de unos cuatro metros de largo por unos 70 centímetros de ancho, que se envuelve alrededor del cuerpo del adulto. De este modo, forma un pequeño saco o hueco donde se sitúa al bebé.Es el modelo más versátil, ya que permite llevar al niño tanto delante como en la espalda o en el costado, siempre con las piernas del bebé apoyadas sobre la curva de las caderas. En este vídeo se explica cómo colocar el fular. Tiene un precio aproximado de 30 euros.
2. ‘Mei-tai’, un portabebés de origen asiático
El mei-tai es un modelo de portabebés de origen asiático. Está formado por un rectángulo de tela y dos pares de cintas que se atan al cuerpo del portador: dos por encima de los hombros y dos por la cintura. Conviene que las cintas sean anchas para que el peso esté mejor repartido y genere menos cansancio. En estos vídeos se puede ver cómo colocar el portabebés en la parte delantera y en la espalda.Este portabebés suele recomendarse para pequeños que ya sostienen la espalda y el cuello, a partir de seis meses de edad. Puede encontrarse desde unos 25 euros.
3. Mochilas ergonómicas para llevar al niño
Las mochilas portabebés son muy parecidas a los macutos convencionales. Se llaman ergonómicas porque respetan las posiciones naturales del cuerpo del pequeño.El bebé debe estar siempre de cara al adulto que lo transporta, explica la asociación Red Canguro. Sin embargo, hay que tener cuidado, porque algunas de estas mochilas no contemplan esta recomendación. Las hay desde unos 50 euros.
Si el bebé se lleva de frente, de espalda a su portador, «la posición que adquiere la espalda del bebé no es la adecuada, ya que su curva se opone a la del cuerpo del adulto», advierte Red Canguro. Además, las piernas cuelgan y todo el peso del bebé recae sobre la pelvis y los genitales, una postura que puede ser perjudicial para el bebé. Asimismo, el portador no ve la cara del bebé, por lo que se pierde gran parte del control.
4. Bandolera de anillas para niños
La bandolera portabebés está compuesta por una sola tela extensa, como el fular. Pero, a diferencia de este, posee anillas en un extremo que permite ajustar sus medidas.
También deja llevar al niño delante, atrás y en el costado, y no solo erguido, sino también tumbado. En este vídeo se explica cómo colocar una bandolera portabebés.
La bandolera deja una cola de tela, que se puede plegar de distintas maneras. Se hallan desde 25 euros.
5. ‘Pouch’, sencillo y rápido de colocar
El pouch es una tela cosida en forma de tubo que se cuelga de uno de los hombros. Es similar a la bandolera, pero sin anillas. Este portabebés es el más simple de poner y quitar, como se observa en este vídeo.La desventaja es que, al ser un trozo de tela fijo, no es tan sencillo regular su tamaño, salvo que se enrolle la tela del modo que se explica en este otro vídeo. Se encuentran desde 25 euros.
La posición correcta de los pequeños en el portabebés es de frente al portador, tanto si está en su parte de delante como si se halla en la espalda o el costado. De esta manera, explica la asociación Red Canguro, “se respetan las curvaturas naturales de la espalda, la cadera y las piernas del niño”.
Cuando el bebé es muy pequeño, las piernas no pueden ir colgadas, sino que tienen que quedar dentro de la tela del portabebés formando una M. También hay que tener mucho cuidado con la cabeza, para que quede sostenida por la tela, pero que se hunda en el hueco del portabebés. La cara del niño debe ser visible en todo momento.
El portabebés no debe generar dolores de espalda cuando la postura es correcta
Cuando el niño cumple los seis meses, las piernas se colocan por fuera del portabebés y el pequeño asume la posición en ranita. Las piernas abiertas deben formar un ángulo de 90 grados entre ellas, con las caderas flexionadas para que las rodillas queden por encima de sus nalgas. De esta forma, el fémur del bebé encaja en la cavidad de las caderas de la madre o padre, se alinea la pelvis y la columna vertebral asume una postura redondeada natural. Además de ir en ranita, los niños también pueden ir tumbados de costado, sobre todo en portabebés como las bandoleras o pouches. Esto permite amamantarlo.
Llevar al niño en un portabebés nunca debe dañar la espalda del portador. “Si surgen dolores, la causa será que la postura no es la correcta”, explica Red Canguro. Puede que el bebé esté demasiado bajo o muy apretado, o que la tela esté enrollada en mala posición.