Vidrios decorativos

Las piezas de cristal son muy apreciadas por su valor utilitario y decorativo en cualquier rincón de la casa
Por EROSKI Consumer 8 de marzo de 2008
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Imagen: FCNV

El vidrio es un material muy empleado en la fabricación de piezas para el hogar. No sólo puede contemplarse en las ventanas, sino también en encimeras, muebles o cristalerías. Estas últimas son muy apreciadas por su valor utilitario y decorativo, realizadas en muchos casos con la técnica tradicional del soplado. Ánforas, candelabros, copas, vasos, licoreras, floreros, fruteros, jarras, jarrones, vinagreras… Cada rincón de la vivienda se puede «vestir» con la pieza más adecuada.

Entre los vidrios más apreciados, destacan los de Murano y Bohemia, si bien desde la Real Fábrica de Cristales de La Granja, en Segovia, recuerdan que la calidad de su cristal y la destreza de sus artesanos «no tienen nada que envidiar». Esta institución se dedica a la elaboración de reproducciones de cristal utilitario y decorativo, con los mismos procesos artesanales de manufacturación que se aplicaban en el siglo XVIII, es decir: caña de soplar y moldes.

Arañas

Img lampara2 articuloImagen: FCNV

Una de las producciones más curiosas en vidrio son las «arañas», lámparas de diseños recargados que, a pesar de chocar con la decoración minimalista actual, en ocasiones son recuperadas para dar un toque de originalidad y contraste a las estancias. Este tipo de creaciones se realizan todavía hoy en la Real Fábrica de Cristales de la Granja, «previo encargo -explican- y siguiendo los diseños antiguos».

La elaboración de estas lámparas pasa por varias fases. Cuando se ha decidido el diseño, los artesanos fabrican los diferentes soportes metálicos que dan forma a la estructura interna (fuste, anclajes…), se elaboran los componentes de cristal (brazos, bolas, rosetas…) y se tallan, graban y engarzan manualmente.

Las lágrimas, bolas y hojas son los adornos colgantes más típicos de estas lámparas

Las arañas se caracterizan por un elemento central vertical denominado árbol o eje y que está formado por varios elementos modulares. Los adornos son colgantes, como las tradicionales lágrimas, bolas u hojas, que consiguen crear piezas únicas.

La técnica del soplado

La utilización de la caña metálica supuso una revolución en el mundo del vidrio. Con una longitud de aproximadamente un metro y medio, con una embocadura para soplar en un extremo y un ensanchamiento en el otro, propició el desarrollo de formas muy variadas en vidrio hueco.

Cada pieza de cristal se puede modelar a pulso o en molde

La pieza clave es el crisol, un recipiente de material refractario que se encuentra en el interior de un horno. Su función es contener el vidrio fundido a altas temperaturas, con un máximo de 1550 ºC. Cada soplador trabaja en un crisol de manera metódica: con el extremo de la caña toma cierta cantidad de vidrio (“posta”) que hace girar mientras sopla hasta obtener una “ampolla”.

Existen dos métodos para elaborar las piezas: vidrio hueco soplado a pulso y vidrio hueco soplado en molde. La primera técnica recurre a nuevas postas que se unen a la original, aún caliente, y se modelan de acuerdo al diseño que se quiere conseguir. La segunda da forma de pera a la ampolla, que se introduce posteriormente en un molde de chapa o fundición de hierro con la forma deseada. Ambas son ténicas muy minuciosas, que permiten conseguir piezas de gran belleza.

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