¿Cómo dejar de pagar comisiones al banco?

Todos los productos y servicios bancarios generan comisiones, pero muchas de ellas se pueden eliminar para dejar de abonarlas
Por José Ignacio Recio 3 de noviembre de 2015
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Desde la apertura de una cuenta hasta la compraventa de acciones, las relaciones con el banco tienen un coste económico a través de las comisiones. Estas se aplican por todos los productos y operaciones: créditos, tarjetas, trading… Nada es gratuito, a no ser que la vinculación con la entidad permita la eliminación de algunos de estos gastos. Su precio oscila desde el 0,35% por realizar una transferencia, hasta casi el 10% por estar en números rojos en la cuenta corriente. En este artículo, los clientes detectarán los desembolsos que afrontan por sus operaciones bancarias, pero también aprenderán a suprimir estas comisiones de sus cuentas de resultados.

Comisiones del banco, ¿cuánto nos cobran y cómo dejar de pagarlas?

Desde que comienza una relación con un banco, el usuario convive con el pago de comisiones en prácticamente todos los productos y servicios. Cuentas, tarjetas, líneas de crédito y hasta las operaciones bursátiles estarán penalizadas por recargos que, en algunos casos, conllevan porcentajes muy elevados que repercuten en la liquidez de los clientes.

En cualquier caso, el coste de las comisiones bancarias varía en función del producto. No todos asimilan la misma cuantía, ni tan siquiera las mismas comisiones, pues no es lo mismo una tarjeta de crédito que una operación bursátil. Ante este escenario que plantea la relación con las entidades bancarias, la mejor manera de cuantificar el gasto por este concepto es dirigiendo la atención a cada uno de los productos que ofrecen.

  • Cuentas para eliminar gastos

    Las cuentas son el producto más básico que presentan los bancos. Por lo general, se comercializa exento de comisiones y, de presentarse, estas son mínimas: con una media de 75 euros anuales. No obstante, pueden suscribirse planes sin comisiones que permiten que los clientes estén exentos de su pago, lo que afecta a sus principales operaciones: transferencias, cheques, etc.

    El peor escenario es quedarse en descubierto, ya que les puede acarrear unas comisiones de algo menos del 10%. Estos gastos se amplían a las operaciones bancarias realizadas desde la cuenta corriente y que, en el caso de transferencias, implican un desembolso del 0,4%. También son las más fáciles de liberar, ya que la mayoría de cuentas incluyen su exención total en su abono, al menos las realizadas en territorio nacional. Los clientes vinculados o preferentes son los perfiles que mayoritariamente se benefician de estas condiciones. En cambio, las internacionales desarrollan comisiones más elevadas y más difíciles de eliminar.

  • Créditos, con varias comisiones

    Las comisiones que se pagan por un crédito dependen de la línea de crédito seleccionada. Las más costosas son las que se desarrollan al inicio de la operación: apertura y estudio, que suponen entre el 1% y 3% sobre el importe demandado. Hay otras que incidirán en encarecer más al producto, derivadas de su cancelación o amortización anticipada, que se mueven entre el 0,50% y 1%.

  • Tarjetas: comisiones en función del modelo

    Tanto en su formato de crédito como débito, la emisión, el mantenimiento y la renovación de las tarjetas conlleva siempre una comisión, que varía en dependencia del formato suscrito. No obstante, una vinculación mayor con la entidad permitirá la supresión de estos gastos. De no ser así, sus costes varían desde 20 a 100 euros anuales y que, en el caso de las tarjetas a crédito, se incrementan de forma sustancial, a lo que se añaden las comisiones cuando hay retrasos en el pago, que suelen penalizar a sus titulares.

  • Inversión, a descontarlo de los beneficios

    Bajo ningún caso podrán eliminarse, ni tan siquiera con la vinculación de los ahorradores. Son válidas para compra y venta de acciones, warrants, a crédito… Supone un coste que varía entre el 0,5% y 1%, en función del importe, entidad y operación realizada en los mercados nacionales o internacionales. No es la única, sino que también está presente la de custodia, aunque su cuantía es inferior. A ello hay que incrementar las que cargue el bróker, pero en este caso pueden limitarse a través de las ofertas de las entidades on line.

¿Cómo eliminar las comisiones?

Uno de los anhelos de los clientes es quitarse las comisiones para obtener mayor ahorro en su relación con las entidades financieras. Hoy en día, esta estrategia puede suponer muchos euros al año y no es muy difícil de llevarla a la práctica. A través de una mayor vinculación con los bancos, estos gastos pueden eliminarse de las cuentas de las familias de muy diversas formas:.

  • Domiciliar los ingresos. El modo más sencillo se canaliza mediante la vinculación de la nómina (o pensión). En la mayoría de los casos, esta operación se habilita para realizar las principales operaciones bancarias sin ningún gasto, incluso también suscribiendo nuevos productos.
  • Contratar planes de ahorro. Es otra de las estrategias que puede aplicarse por medio de la adhesión a programas de fidelización (comisiones cero) que presentan las entidades bancarias. Estos se rigen por la supresión de todos los gastos de sus principales productos y servicios: cuentas, tarjetas, transferencias…
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