Seguros de esquí

Cubren los accidentes más comunes en las pistas de nieve, y su precio oscila entre 13 y 167 euros, según la duración de la estancia y el destino
Por Rosa M. López-Maroto, José Ignacio Recio 28 de noviembre de 2007

¡Quién no se ha caído, no una, sino varias decenas de veces, mientras practicaba esquí! Sobre todo en la etapa de aprendizaje. La frecuencia media de siniestros que refleja este deporte se sitúa en el 5,3%, según un estudio elaborado por Europea de Seguros. Sin embargo, aunque en las distintas pistas de esquí se pueda recurrir a los profesionales del puesto de socorro, cuando ocurre un accidente en la nieve la asistencia de urgencia no está cubierta ni por la Seguridad Social, ni por los seguros privados de salud. Si el esquiador carece de la protección de un seguro específico, deberá asumir el coste de estos primeros auxilios. Esta circunstancia, unida al hecho de que cada año aumenta el volumen de esquiadores en España, hace comprender la relevancia que ha tomado la contratación de una póliza que cubra las principales contingencias: lesiones, hospitalizaciones y traslados. Las necesidades del titular -deportista esporádico o regular- y el destino -una pista nacional o internacional- determinarán las primas del seguro.

Contratación

Contratación

Practicar deportes de nieve conlleva cierto riesgo, por lo que conviene contar con la protección de una póliza que palíe los efectos derivados de un accidente en la estación de invierno. Las compañías de seguros comercializan productos específicos, cuyas garantías van desde la cobertura de gasto médico por enfermedad o accidente, hasta la responsabilidad civil privada por daños a terceros, el aseguramiento del equipaje y la pérdida de clases de esquí o del forfait a consecuencia de un accidente. En muchos casos, estos seguros no se circunscriben a la práctica del esquí, sino que alcanzan a las contingencias derivadas de la práctica de otros deportes relacionados con la nieve: snowboard, luge, skeleton, biathlon, half-pipe, entre otros, si bien son modalidades practicadas por una franca minoría en España.

La variada gama de productos permite a cada deportista diseñar su propio seguro: firmar una póliza a la carta, cuya cobertura y validez temporal dependerán de sus preferencias y del tiempo que dedique a esta afición. Antes de decidirse por un producto, hay que planear los días que se esquiará durante la temporada. De esta manera, el esquiador podrá optar entre las pólizas que cubren toda la temporada u otras con validez para uno o varios días, sin tener que desembolsar dinero de manera innecesaria.

¿Qué contingencias cubre el seguro?

Al contratar una póliza de esquí, el deportista debe fijarse en sus condiciones de cobertura. Aspectos como si tiene una validez para toda la temporada o los destinos que cubre son algunos requisitos que deben analizarse antes de suscribir un seguro. Para obtener la mejor póliza, es aconsejable que quienes esquíen con asiduidad contraten un seguro con la cobertura más amplia posible, que incluye un seguro de responsabilidad civil (gastos judiciales e indemnizaciones), gastos médicos (hospitalización, gastos farmacéuticos o quirúrgicos), prórrogas de estancia en hotel por prescripción médica, traslados desde el centro hospitalario y reembolso del forfait o de las clases no utilizadas. Por el contrario, los esquiadores esporádicos, cuyo contacto con la nieve se reduce a pocos días al año, pueden optar por seguros básicos que se contratan por un tiempo determinado.

Casi todas las pólizas cubren la estancia en hotel y hospital, traslados y devolución del importe del forfait o las clases

En el caso de esquiar en estaciones internacionales, se debe contratar un seguro cuya póliza tenga una cobertura lo más amplia posible, que abarque los gastos derivados de la repatriación (por fallecimiento o enfermedad), del rescate y la búsqueda en montaña o del envío de un chófer profesional si el accidentado no puede regresar en su propio vehículo desde la estación de esquí.

Las tarifas de las pólizas dependen de cada producto, de la duración de la estancia y del destino. A medida que aumentan los días, el precio se encarece, pero puede resultar más rentable para quien la suscriba. El precio del seguro de un día oscila en torno a 13 euros si tiene como destino alguna estación invernal española y llega a los 19 euros si el destino es europeo. Para cubrir las contingencias en otras áreas del mundo, la tarifa se dispara hasta 95 euros de media. Para un período máximo de tres días, se debe abonar una cuota de 23, 35 y 95 euros, respectivamente, mientras que para períodos más amplios (de siete a diez días) el coste es de 41, 53 y 95 euros, según el destino elegido.

A quienes practiquen esquí de forma regular les interesa contratar un seguro anual, con una tarifa de 95 a 200 euros, o suscribir una póliza mixta que contemple la rehabilitación, con un plus de unos 30 euros.

Oferta de pólizas

La mayoría de los españoles que disfrutan del deporte blanco lo hacen durante períodos puntuales, como fines de semana, puentes o vacaciones de Navidad. Para ellos están diseñados unos seguros específicos cuyo precio depende, en especial, del número de días que se dediquen a la práctica del esquí. La cobertura de daños de estas pólizas es más limitada que en los seguros anuales, aunque tienen la ventaja de poderse contratar pocos días antes de iniciar la actividad e, incluso, se pueden suscribir en las ventanillas de las estaciones de esquí.

Los seguros para esquiadores eventuales pueden adquirirse en las taquillas de las estaciones invernales

Pero sin duda, los productos más completos son los desarrollados por determinadas aseguradoras que proponen a sus clientes “pólizas a la carta”. Una de estas compañías, Winterthur Seguros, ha diseñado una póliza a la que denomina “Asistencia Esquí”. Además de una amplia gama de asistencia tradicional (gastos de hospitalización, repatriación, estancia de acompañantes, deterioro o robo de equipajes, etc.), supone novedades, como gastos del rescate en pistas o el reembolso de las clases de esquí y del forfait no utilizado. Este producto cubre estas contingencias durante todo el año, en cualquier destino de España, Andorra y resto de Europa.

Intermundial Seguros, por su parte, ha lanzado el “Ski Plus”, un seguro diseñado para personas que practican también otros deportes de invierno, como el snowboard, con mayor número de adeptos durante los últimos años. A la tradicional oferta se añade una cobertura especial para accidentes de la práctica de esquí fuera de pista, aunque siempre dentro de los límites de la estación.

Europea de Seguros es otra de las aseguradoras que introduce en su producto características específicas como el rescate en pista, el robo, pérdida o deterioro del material y el reembolso del forfait, junto con la pérdida de clases de esquí a consecuencia de un accidente. Este seguro contempla la posibilidad de contratarlo en grupo, es decir, con condiciones especiales para excursiones con un máximo de hasta cinco personas. Europ Assistance, en línea con el mercado asegurador, proporciona asistencia médica hasta un máximo de 3.000 euros en España y 600 euros en el extranjero. Cubre la prolongación de la estancia en el hotel con un máximo de 10 días por 60 euros por día y el desplazamiento de un acompañante y alojamiento en el hotel durante un máximo de 10 días.

Las entidades financieras han accedido a este nicho de mercado y algunos bancos y cajas de ahorro ofrecen a sus clientes la posibilidad de contratar este producto, en colaboración con las principales aseguradoras. Estos abarcan la asistencia médica y la repatriación, gastos paralelos, como desplazamiento y hotel de acompañante en determinados casos de hospitalización, pérdida de forfaits y clases de esquí por repatriación, garantía de pérdida de equipajes y asistencia durante el viaje.

Las estaciones de esquí

Los aficionados al esquí podrán deslizarse este año por los cerca de 1.000 kilómetros esquiables con los que cuentan las 38 estaciones invernales españolas, según la Asociación Turística de Estaciones de Montaña (ATUDEM). Además, habrá más descensos, servicios e instalaciones específicas para otros deportes de invierno como el snowboard o el esquí nórdico. El Pirineo catalán, con ocho estaciones, y el aragonés, con seis, son el principal reclamo para practicar los deportes de nieve. Las estaciones de invierno más importantes, según su extensión, son Formigal, Baqueira y Sierra Nevada, con 137, 120 y 102 kilómetros de pistas, respectivamente. Las mejores oportunidades para los esquiadores más avezados están en Cerler, Panticosa, Baqueira y Sierra Nevada, donde las pistas tienen desniveles por encima de los 1.000 metros, mientras que las idóneas para principiantes están en Manzaneda, Vall de Nuria o Alto Campoo, que disponen de pistas con apenas 400 metros de desnivel.

En las estaciones pueden practicarse, además, otros deportes relacionados con la nieve, para lo que cuentan con instalaciones específicas, aunque su implantación todavía es minoritaria con respecto al esquí. El snowboard puede practicarse en San Isidro, Astún, Baqueira o Sierra Nevada, y el esquí de fondo tiene sus mejores infraestructuras en los circuitos de Candanchú y Sant Joan de L’Erm, con 35 kilómetros cada una, y en Cerler y Aransa, con 30.

Precios

El forfait supone uno de los mayores gastos a los que debe hacer frente el esquiador cuando acude a una estación de invierno, aunque hay diferentes opciones que permiten un importante ahorro por este concepto. En función de las necesidades, se pueden suscribir pases de un día, dos días, una semana y para toda la temporada, así como forfaits especiales para temporada baja. En general, la opción más rentable es sacar el forfait de semana, aunque tiene el inconveniente de no poderlo utilizar si esa semana no hay nieve o se da cualquier otra inclemencia meteorológica que impida practicar este deporte. Otra posibilidad es la propuesta por determinadas estaciones invernales, con pases de medio día, con un precio más asequible e indicados para quienes no vayan a esquiar más de 3 ó 4 horas.

En la mayoría de las estaciones, los menores de 12 años y los mayores de 65 se benefician de descuentos que pueden alcanzar hasta el 50% de la tarifa general de los pases diarios y, en el caso de los menores de 4 a 6 años, incluso pueden ser gratuitos.

Consejos para esquiar seguro

Las compañías de seguros han elaborado una serie de recomendaciones para esquiar seguro y prevenir percances en la pistas:

  • Practicar algún tipo de actividad física antes de viajar a la nieve y medir las propias fuerzas en las pistas. Empezar por pistas sencillas, o no esquiar cuando se está fatigado.

  • Evitar los descensos por pistas con excesiva afluencia, pues aumenta el riesgo de choque y, por lo tanto, de lesión.

  • Controlar la velocidad, en especial, los deportistas que utilizan esquís tipo carver.

  • Comer e hidratarse antes, ya que la deshidratación y fatiga hacen disminuir los reflejos.

  • Utilizar el equipo adecuado. Se deben probar los equipos prestados o alquilados y usar siempre dos pares de calcetines, uno fino y otro más grueso, ya que muchas incidencias se deben a simples ampollas en los pies que impiden esquiar.

  • Usar gafas de sol para evitar la conjuntivitis por la exposición a las radiaciones ultravioletas.

  • No portar objetos extraños, como teléfonos móviles, porque pueden causar lesiones en las caídas.

  • Respecto al snowboard, se deben seguir algunas precauciones específicas: utilizar protectores de muñecas, botas flexibles, un antiderrapante pegado entre las fijaciones de la tabla, descalzarse el pie posterior en los telesillas y rodar al caer en lugar de apoyar las manos para evitar lesiones en las muñecas y hombros.

  • Utilización generalizada del casco.

  • Los monitores de los grupos de niños y adolescentes deben prestar cuidado a los enfriamientos. Para evitarlos, se debe ir provisto del equipo adecuado, tanto durante la práctica del esquí como en los momentos de descanso fuera de las pistas.

Por otro lado, también se deben seguir ciertas precauciones para el antes y el después de la práctica del esquí alpino:

  • Una vez elegida la estación se debe consultar el estado de la nieve y el parte meteorológico para la zona.
  • Comprobar el buen estado del equipo tanto si es propio como si es de alquiler.
  • Contratar un seguro para el tiempo en que desarrolle la actividad.
  • Quitarse las botas y ponerse un calzado adecuado, ya que las botas están preparadas para el esquí.
  • Hacer ejercicios de relajación, como baño, sauna o masaje.
  • Evitar trabajos duros u otras actividades deportivas que requieran un gran esfuerzo físico.
  • Recuperar fuerzas con una buena comida.
  • Evitar las salidas nocturnas prolongadas y dormir las horas necesarias.
  • No ingerir bebidas alcohólicas o fumar.
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