Alimentación Barf o con carne cruda para perros, ¿sí o no?

La dieta Barf se basa en alimentar a perros y gatos con productos crudos, pero algunos expertos en nutrición animal creen que no es recomendable para su salud
Por Carolina Pinedo 2 de febrero de 2013
Img perros dietas barfs huesos alimentacion carnes crudas listado
Imagen: donjd2

La alimentación Barf para el perro está basada en ofrecer al can huesos y carnes crudos además de vegetales. Este tipo de comida para el can cuenta con defensores, pero también con detractores. Quienes defienden la Barf aseguran que satisface las necesidades nutricionales e instintivas del perro y evita los conservantes y colorantes. Por el contrario, sus críticos alertan sobre algunos de sus posibles peligros. Este artículo describe estas dos posturas y sus razones.

La dieta Barf para perros, ¿qué es?

La denominada alimentación Barf (Bones and raw food diet) está basada en el uso de productos como huesos, carne y vegetales (triturados) crudos. Su traducción del inglés es dieta de huesos y carne cruda.

Un modelo de un menú de alimento Barf para un perro adulto puede ser estar compuesto por un «60% de huesos crudos carnosos, 25 % de cualquier carne, incluida la de pescado y todo tipo de vísceras y 15% de vegetales y hortalizas», explica el veterinario Miguel Ibáñez.

Este tipo de dieta canina incluye otros ingredientes como el huevo crudo, aceite de bacalao y algunos complementos vitamínicos para perros.

No obstante, la dieta Barf para perros tiene detractores y defensores.

Razones a favor de la dieta Barf para perros

Los defensores de la Barf afirman que es similar a la alimentación del perro en la naturaleza

Sus defensores y practicantes, como Ian Billinghurst, uno de los pioneros, defienden que se trata de una dieta apropiada para el perro porque está basada en los orígenes alimentarios de los canes que, como su ancestro el lobo, ingieren alimentos crudos en la naturaleza.

Según Ibáñez, «este tipo de dieta satisface mejor las necesidades psíquicas del perro».

Además, estos productos naturales, sin procesar, no contienen conservantes ni colorantes, perjudiciales para la salud del perro. Desde este punto de vista, los alimentos BARF resultan más sanos y naturales para la dieta del perro.

En contra de la alimentación Barf

Los detractores de la Barf afirman que el pienso es el mejor alimento para un perro
Otros veterinarios y expertos en nutrición canina desaconsejan este tipo de alimentación. Los detractores de la Barf afirman que los piensos comerciales suponen una dieta óptima y equilibrada para el animal.

Entre las razones que esgrimen, está que los alimentos crudos suelen ser menos digestivos que los cocinados. Este tipo de dieta requiere un mayor esfuerzo n para el estómago del perro.

«Un exceso de proteínas en la dieta a través de la carne y de alimentos crudos puede provocar en el perro algunas dolencias, como problemas renales», asegura, por su parte, el veterinario, Manuel Lázaro.

Además, una dieta Barf no controlada por un experto nutricionista canino puede producir problemas gastrointestinales en el perro, que se traduzcan en vómitos y diarrea.

La supervisión de la dieta (sea cual sea esta) por un profesional es una de las claves para acertar, ya que no todos los perros necesitan la misma alimentación.

«Los alimentos crudos así como la cocina casera para el perro necesita del consejo de un veterinario», explica Lázaro.

Peligro de parásitos en la carne cruda

Img perro dientes huesos art
Imagen: mrbbking

La carne cruda y las vísceras, aunque estén controladas desde el punto de vista sanitario, pueden ser focos de transmisión de parásitos intestinales, en opinión de Imanol Sagarzazu, veterinario especialista en nutrición animal.

«Aunque el porcentaje de contraer parásitos con una carne controlada disminuye mucho, siempre existe un pequeño riesgo que no merece la pena correr», dice Sagarzazu.

Cada perro tiene sus necesidades alimentarias

No todos los perros tienen las mismas necesidades. De forma que un perro pequeño como un chihuahua o un yorkshire terrier no está preparado para comer huesos crudos, como propone la dieta Barf.

Su mandíbula es menos grande y potente que la de los canes de mayor envergadura.

“La carne de cordero y de cerdo no es recomendable para el perro porque contiene mucha grasa, que el perro no digiere bien”, señala el veterinario Manuel Lázaro. Sin embargo, la dieta Barf no excluye estas carnes de la dieta canina.

Una cosa sí es relevante: los dueños de perros que deciden ofrecer a sus animales dieta casera, con o sin método Barf, deben tener amplios conocimientos dietéticos caninos para no desequilibrar la dieta de su can.

O seguir con detalle las indicaciones de su veterinario o experto en nutrición canina.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube