Jóvenes maltratadores de animales, consecuencias

La mitad de los asesinos en serie fueron torturadores de perros o gatos en su juventud, según el FBI
Por Carolina Pinedo 3 de octubre de 2012
Img perro maltratador
Imagen: Rick Weiss

El hecho de que un niño o un adolescente maltrate a un perro o a otro animal no siempre debe considerarse como una simple travesura, sin más trascendencia. El 46% de los asesinos en serie fueron maltratadores de animales durante su adolescencia, según un estudio del cuerpo de investigación policial norteamericano, el FBI. En este artículo se exponen algunos casos de asesinos de personas y animales, las repercusiones sociales del maltrato de animales, así como datos en nuestro país sobre la relación entre la violencia hacia los animales y hacia las personas.

El maltrato de animales por parte de niños o adolescentes es un posible indicador para detectar a quienes, de adultos, serán violentos contra las personas

Hay muchas formas de maltratar a un animal. Además de infligir dolor físico, el hecho de no cuidarle o no cubrir sus necesidades básicas puede causar en el perro secuelas que acaben con su vida tras un terrible sufrimiento. Un significativo porcentaje de los homicidas y asesinos en serie de personas fueron torturadores de animales durante su infancia o adolescencia.

Según los resultados de un estudio elaborado por el FBI (cuerpo norteamericano de investigación policial) sobre asesinos en serie, el 46% de ellos maltrataba animales durante la adolescencia.

Casos de asesinos de personas y de animales

  • Albert DeSalvo, el Estrangulador de Boston, acabó con la vida de trece mujeres en un año. Solía atrapar perros y gatos, encerrarlos en jaulas diminutas y dispararles flechas a través de sus aberturas.

  • Jason Massey decapitó a una niña de trece años en 1993 y disparó a su hermanastro, de catorce. Comenzó su sangrienta carrera con el asesinato de gatos y perros.

  • Kip Kinkel, un adolescente de 15 años, asesinó a sus padres y luego disparó, y mató, a 24 alumnos de su escuela en 1998. La prensa informó de que Kinkel contaba con una historia de violencia hacia los animales: había decapitado gatos y diseccionado ardillas vivas.

  • Jeffrey Dahmer, el tristemente famoso Carnicero de Milwaukee, asesino y caníbal, también inició su carrera delictiva en la infancia con la tortura y el asesinato de animales. Muchas de estas crueles prácticas con los animales, como disolver sus cuerpos en ácido, fueron las mismas que utilizó con sus víctimas después, para asesinarlas y hacer desaparecer sus cuerpos.

Repercusiones sociales del maltrato de los animales

La tortura hacia el animal tiene repercusiones sociales en el maltratador
«El maltrato a los animales está vinculado a conductas violentas que tienen importantes repercusiones», asegura Nuria Querol i Viñas, una de las personas más especializadas, tanto en España como fuera del país, en el estudio de las repercusiones sociales de la violencia con los animales. Esta investigadora es médica, bióloga y forma parte del Grupo para el Estudio de la Violencia hacia Humanos y Animales (Geva), compuesto por médicos, psicólogos e investigadores de diversos ámbitos.

Una de las repercusiones sociales a las que se refiere la investigadora está relacionada con el ámbito de la violencia contra la mujer. Según estudios citados por el Geva, el 86% de las mujeres maltratadas que acudieron a una casa de acogida y tenían un animal comentaron que su agresor había herido, amenazado o matado a su animal de compañía como venganza o para ejercer control psicológico.

Por otro lado, los niños testigos de violencia doméstica, maltratan animales entre dos y tres veces más a menudo que los niños que no sufren violencia doméstica, asegura Querol i Viñas. «El abuso de animales realizado por niños es uno de los indicadores más importantes y tempranos de trastorno de conducta», afirma la bióloga. La investigadora añade que entre un 25% y un 50% de las mujeres maltratadas no son capaces de huir de este tipo de situación violenta, a causa de la preocupación por sus animales de compañía o de granja.

En Estados Unidos, desde los años 70, el desarrollo de la ciencia del perfil criminal y la creación del Vicap (Violent Criminal Apprehension Program, programa de captura de criminales violentos) permiten estudiar rasgos en común entre criminales. Uno de ellos es la crueldad hacia los animales.

Estudios españoles sobre la violencia con animales y personas

En España, diversos investigadores también han estudiado la relación entre los asesinos en serie, homicidas y violadores y las torturas practicadas por estos delincuentes contra animales en su infancia o juventud. Un estudio realizado en Cataluña por los doctores Ángel Cuquerella (médico forense), Núria Querol i Viñas (médica y bióloga), Mercè Subirana (médico forense) y Frank Ascione (psicólogo y uno de los mayores expertos mundiales en maltrato a los animales) con 50 individuos condenados por diversos delitos obtuvo como resultado que el 41,7% de ellos había maltratado a los animales.

En ocasiones, «la publicación en los medios de comunicación de algunos casos especialmente sobrecogedores de crueldad hacia los animales, unido a la mayor sensibilidad de la sociedad española en general, han conducido a la demanda de leyes más estrictas», comenta Querol i Viñas.

En España, «a pesar de no ser un país especialmente respetuoso con el trato a los animales», recuerda la investigadora, se inició la modificación del artículo 337 del Código Penal como respuesta a la noticia de la tortura de 15 perros en una protectora de Reus (Tarragona).

Educar a los niños a querer a los animales

Los programas de educación humanitaria para escolares pueden resultar muy útiles como apoyo, junto con programas específicos destinados a menores maltratadores de animales.

El maltrato de animales por parte de niños o adolescentes es un posible indicador para detectar a quienes, de adultos, practicarán actos violentos contra las personas. Por ello, es importante fomentar en los niños el respeto hacia los animales como forma de crear cimientos firmes para que de adultos sepan respetar la vida, tanto de personas como de animales.

Núria Querol i Viñas, investigadora del Grupo para el Estudio de la Violencia hacia Humanos y Animales, explica que “los padres no deben pasar por alto el maltrato” hacia los animales. “Hay que hablar con el menor, para que comprenda que debe respetar a otros seres vivos”, expone.

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