¿Cómo evitar que el perro se queme las patas en verano?

El cemento de la ciudad provoca quemaduras, grietas y llagas en las patas del can, que hay que evitar
Por Eva San Martín 24 de junio de 2014
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Imagen: Maggie Brauer

El calor del verano recalienta las aceras y el cemento de la ciudad, una situación que resulta problemática para los perros urbanitas, ya que sus almohadillas pueden abrasarse, quemarse y sufrir llagas. Pero, ¿qué hacer para evitar este peligro y proteger las patas del can? Cinco trucos ayudan a impedir las quemaduras en las almohadillas del perro durante sus paseos por la ciudad: alternar el recorrido con zonas ajardinadas, mojar sus patas, utilizar botines, aplicar cremas protectoras y curar las heridas caninas cuando aparecen.

El cemento de la ciudad quema las patas de los perros

El cemento de la ciudad quema las almohadillas del perro, un peligro frecuente en verano

Las altas temperaturas del verano provocan que los pavimentos y las aceras de la ciudad alcancen temperaturas muy elevadas, e incluso que quemen. Una situación que es muy problemática para los perros, en especial, para los canes más urbanitas.

«El cemento de las calles urbanas siempre resulta agresivo para las patas del perro, pero en verano, con la subida de las temperaturas, el pavimento es aún más abrasivo y peligroso para estos animales«, explica la veterinaria Laura Pérez.

El cemento y otros pavimentos urbanos de nuestras ciudades poseen una elevada inercia térmica; es decir, acumulan gran cantidad de calor. De este modo, al cabo de algunas horas de incidencia de los rayos de sol (que en verano caen más perpendiculares y, por tanto, calientan más), las aceras se comportan de un modo muy similar al de un radiador: emiten calor y queman las almohadillas de los canes. «La ciudad puede resultar peligrosa para un perro, ya que el cemento puede agrietar sus almohadillas, causar heridas y provocar quemaduras importantes«, añade la veterinaria.

Entonces, ¿cómo proteger a los peludos compañeros de los peligros del calor para sus patas?

1. Perros protegidos del cemento de la ciudad: zonas ajardinadas

El primer consejo para proteger al perro urbanita y evitar las peligrosas quemaduras en sus patas es planificar el recorrido antes de salir. Para ello, conviene elegir calles y aceras con sombra, evitar las horas de máxima exposición de sol (mediodía) y alternar distintas superficies de pisada para el can durante los paseos.

El recorrido debe transcurrir por aceras con zonas ajardinadas o cubiertas con césped, con el fin de proteger las almohadillas. «Cuando están doloridas, las patas se enrojecen y pueden aparecer llagas y rajas», explica Rodrigo Morante, experto en primeros auxilios para perros y autor del blog de senderismo canino Pukan.

2. Botines para perros contra el cemento que quema

Evitar las aceras calientes y el cemento recalentado es la mejor opción para proteger las almohadillas de nuestra mascota. Sin embargo, no siempre es posible. Pero, cuando es necesario caminar sobre el cemento, es recomendable utilizar las botas para perros. Este calzado canino supone un importante protector. «Hay botas creadas para los animales que necesitan caminar por el asfalto, que les protegen de los efectos del calor», añade Morate.

Pero ¿cómo acostumbrar al can a caminar con sus botines? Los primeros paseos pueden realizarse en casa, para que se habitúe al calzado antes de emprender una caminata más larga.

3. Perros en la ciudad: mucha agua para sus patas

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Imagen: minicooper93402

Las fuentes de agua y otras zonas húmedas sirven de refugio para las patas de un perro que camina en verano por la ciudad. Transitar por estas zonas mojadas, así como humedecer las almohadillas del perro varias veces a lo largo de la salida, le ayudará a mantener las patas hidratas.

«Es clave invitar al can a mojarse, de tanto en tanto, y humedecer sus patas», señala el veterinario Ion Sustatxa, autor del blog Amores perros… y gatos. Este sencillo gesto, además, le ayudará a eliminar parte del calor que pueda acumular durante el paseo: la mayoría de sus glándulas sudoríparas están en sus almohadillas.

4. Cremas que protegen las almohadillas del perro urbanita

Mojar las patas del perro durante los paseos en verano por la ciudad protege sus patas y le ayuda a perder calor
Existen cremas específicas para perros (no humanas, ya que nuestro pH es diferente) que hidratan y cuidan las almohadillas caninas. Si logramos mantener la piel de las patas hidratada, esta será menos propensa a agrietarse.

«Las cremas para hidratar las almohadillas son untosas, similares a una vaselina, recubren la zona y la mantienen más cuidada«, señala Pérez. Además, estas cremas suelen endurecer un poco la piel de la pisada del can, por lo que también la hacen más resistente.

Este producto hay que darlo una vez que llegamos a casa. Y, antes, es importante limpiar con agua y jabón la zona donde se aplicará.

5. Curar una herida en la almohadilla del perro

Las grietas, llagas y heridas del perro deben curarse. Primero con agua y jabón y, después, puede darse un poco de hielo, para reducir la inflamación.

El corte hay que desinfectarlo luego con una disolución al 50% de agua y yodo. «Además, existen aerosoles cicatrizantes que podemos llevar en el bolso, como botiquín de emergencia, y que cortan las hemorragias», añade Morente.

¿Conoce más consejos para proteger las almohadillas del can del calor de la ciudad en verano? Puede compartirlos en la sección de comentarios. ¡Gracias!

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