Entrevista

Enrique Jiménez Larrea, Director General del IDAE

Los ciudadanos actuamos con la energía con total inconsciencia
Por Alex Fernández Muerza 31 de enero de 2007
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El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) es una Entidad Pública Empresarial, adscrita al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, que se encarga de promocionar en España el uso racional y eficiente de la energía, así como de impulsar las fuentes renovables de energía. Para ello, su Director General, Enrique Jiménez Larrea (Bilbao, 1947), considera fundamentales la concienciación de los consumidores y el logro de los objetivos del Plan de Acción 2005-2007 de la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética para España y del Plan de Energías Renovables 2005-2010. Jiménez Larrea es abogado, fue viceconsejero de Economía de la Comunidad de Madrid entre 1987 y 1991 y está especializado en áreas de derecho administrativo, urbanismo y medio ambiente.

¿Qué consejos daría a los consumidores para generalizar un consumo responsable de energía?

Lo primero es reflexionar sobre el valor de la energía: Sin ella, nuestro mundo se paralizaría. Se trata de un bien valiosísimo, escaso y agotable. Sin embargo, actuamos con total inconsciencia: dejamos luces encendidas en habitaciones vacías, cogemos el coche para distancias de menos de tres kilómetros, ponemos las calefacciones y aires acondicionados a tope. No somos capaces de ver más allá del interruptor de la luz o de la manguera del surtidor.

¿Y qué se puede hacer?

Si cada uno de los hogares españoles instalara una bombilla de bajo consumo, se ahorrarían hasta 200 millones de euros al año y 2 millones de toneladas de CO2
La manera en que cada uno de nosotros consumamos la energía es muy importante: son pequeñas acciones que se suman para lograr resultados importantísimos. Por ejemplo, si evitáramos tan sólo el 1% de los trayectos en coche privado para ir al trabajo a favor del transporte público, podríamos ahorrar anualmente hasta 20 millones de litros de combustible, 49.000 toneladas de CO2 y 17 millones de euros, en coste de energía. O si habláramos de iluminación, si en cada uno de los 13,5 millones de hogares españoles se instalara una bombilla de bajo consumo, se ahorrarían hasta 200 millones de euros al año, en coste de energía, además de 2 millones de toneladas de CO2.

El cambio horario es presentado como una forma de ahorrar energía. Sin embargo, algunos ciudadanos ven más bien ciertos inconvenientes, sobre todo en invierno, cuando se quita una hora de luz por la tarde. ¿Qué puede decir al respecto?

El “Cambio de Hora” comenzó a generalizarse a partir de 1974, tras la primera crisis del petróleo, para aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación. Desde 1981 se aplica como directiva de obligado cumplimiento para los países miembros, renovándose cada cuatro años. Finalmente, con la Novena Directiva, se aplicará de manera indefinida, al haber sido avalado por un estudio exhaustivo sobre su alcance y efectos del cambio, que ha incluido el ahorro, la salud, condiciones de trabajo, modos de vida, etcétera. Entiendo que hay gente que pueda notar algún ligero trastorno cuando se produce el cambio, pero no creo que duren más allá de pocos días.

El IDAE financia proyectos de energías renovables y eficiencia energética. ¿En qué consisten esta ayudas?

Financiamos el 100% del coste de referencia de un proyecto de energías renovables con un máximo de 1,5 millones de euros
Se trata de una Línea de Préstamos, con una dotación inicial de 30 millones de euros, para financiar proyectos de Energía Solar Térmica de potencia igual o superior a 20 KW, Energía Solar Fotovoltaica no conectada a la red, Biomasa de uso doméstico hasta 3 MW de potencia y Cogeneración hasta 2 MW de potencia. Puede beneficiarse cualquier persona física; comunidades de propietarios; entidades, ayuntamientos y otros organismos públicos, así como las instituciones dependientes de ellos; las PYMES y otras formas jurídicas, excepto Grandes Empresas.

¿Qué incluye esta financiación y cómo se puede solicitar?

Financiamos el 100% del coste de referencia de un proyecto, con un máximo de 1,5 millones de euros (IVA no incluido); amortizándolo en un plazo de 11 años, con un año de carencia; y al tipo de interés del Euribor + 0,30%. El proyecto debe ejecutarse a lo largo del primer año a partir de la formalización del préstamo. Los interesados pueden solicitar la línea en la web del IDAE. Tras la recepción de la solicitud, se pide la documentación precisa para evaluar su viabilidad.

¿Cómo definiría el desarrollo de las energías renovables en España?

Se están haciendo bien las cosas. Nuestro país ocupa el segundo lugar en el ranking europeo – y tercero a nivel mundial- de potencia eólica, con casi 10.000 MW instalados a finales del año 2006, sólo superada por Alemania. Además, la situación de la tecnología española en esta área es de liderazgo. Por ejemplo, todos los aerogeneradores instalados en el país en 2005, con una potencia media unitaria de unos 1.170 kW, fueron suministrados por fabricantes implantados en España.

Asimismo, en relación a los biocarburantes, España ocupa, a nivel europeo, el primer lugar en producción de bioetanol, con 240.000 toneladas producidas en el año 2005; y la octava posición en biodiesel, con 73.000 toneladas en ese mismo año, lo que supuso un incremento de producción respecto al año anterior de un 461%, un claro indicador de que ocuparemos posiciones más relevantes en los próximos años.

Por otro lado, la puesta en marcha de un nuevo Plan de Energías Renovables 2005-2010, mucho más ambicioso que el anterior, supondrá una contribución de las fuentes renovables del 12,1% en el consumo de energía primaria para 2010, una producción eléctrica con estas fuentes del 30,3% del consumo bruto de electricidad, y un consumo de biocarburantes del 5,83% sobre el consumo de gasolina y gasóleo para el transporte. Se trata de una prioridad estratégica, de carácter no sólo energético, sino económico, social y medioambiental, para garantizar el desarrollo sostenible.

¿Qué está frenando el desarrollo de las energías renovables?

El nuevo Plan de Energías Renovables supondrá para 2010 una producción con fuentes renovables del 30,3% del consumo bruto de electricidad
Las barreras están identificadas en el Plan de Energías Renovables, y son de tipo económico, administrativo, técnico y, también en algunos casos, cultural; y distintas según la tecnología. Por poner ejemplos, en el caso de la eólica, una tecnología ya madura, nos encontramos con la barrera de capacidad de la red para evacuar toda la energía eléctrica producida; en cambio, en el caso de la energía solar térmica, también tecnología madura, falta la concienciación y difusión, aunque confiamos que con el nuevo Código Técnico de la Edificación (CTE) se vean superadas. La biomasa, por su parte, se encuentra con obstáculos muy diferentes según el tipo de recurso, aunque podríamos resumirlos en la necesidad de disponer del recurso en precio, calidad y cantidad. Ahora mismo, las medidas en las que se está trabajando tratan de superar esas barreras.

La movilidad urbana es una de las principales causas de contaminación. ¿Qué habría que hacer para reducir sus efectos, y en concreto, por parte de los consumidores?

La movilidad urbana no afecta al medio ambiente per se. Es el modo de hacer esta movilidad -que en definitiva se puede asociar al concepto de transporte- el que conlleva efectos para el medio ambiente. La movilidad de personas y mercancías es un derecho básico de los ciudadanos y está ineludiblemente ligado al desarrollo económico y social de los países y sus ciudadanos. Lo importante es que sea lo más eficiente posible, dado que está asociado al consumo de energía y, por tanto, a las emisiones contaminantes, ocupación del espacio, generación de ruido, accidentes y efectos en la salud de las personas.

¿Y cómo puede incrementarse su eficiencia?

Los casi 3.500 millones de m² del parque edificatorio español consumen el 20% del total de nuestra energía final; es decir, 15 millones de toneladas equivalentes de petróleo
Mediante tres grandes caminos: primero, el ahorro; es decir, evitar desplazamientos no necesarios o hacerlos, cuando sea posible, con medios no motorizados y en transporte público; segundo, utilizar medios colectivos (autobuses, tren, etc?) frente a medios ineficientes como el vehículo privado; y tercero, emplear técnicas de conducción eficientes. En resumen, se trata de una cuestión que afecta a todos los ciudadanos, por lo que son imprescindibles la concienciación social y la educación para que la movilidad se modifique hacia un modo más sostenible.

El sector de la construcción es uno de los grandes consumidores de energía en España. ¿Qué se está haciendo para minimizar su impacto ambiental?

Efectivamente, los edificios son devoradores de energía, con una tendencia creciente de consumo que es absolutamente necesaria neutralizar, sin renunciar al confort. Los casi 3.500 millones de m² del parque edificatorio español consumen el 20% del total de nuestra energía final; es decir, 15 millones de toneladas equivalentes de petróleo. En este sentido, tengo que referirme a dos importantísimas novedades. En primer lugar, a la aprobación del CTE, por el que se limita la demanda energética de los edificios, y se exigen rendimientos eficaces a las instalaciones térmicas y de iluminación y la aplicación de unos mínimos de energía solar. No sólo aumentará la calidad de los edificios sino el confort de sus usuarios, logrando importantísimos ahorros de energía y emisiones.

Por otro lado, la Certificación Energética, de inminente aprobación, obligará a certificar energéticamente a los edificios de nueva construcción o los que se rehabiliten y que se proyecten a partir del año 2007. Su aprobación completa el nuevo marco normativo sobre eficiencia energética de la edificación iniciado, hace unos meses, con el CTE.

¿Y qué supondrá esta nueva normativa?

A partir de 2007, los edificios deberán llevar un certificado de eficiencia energética
Significa que, cuando los edificios sean proyectados, construidos, vendidos o alquilados, se deberá poner a disposición del comprador o inquilino, según corresponda, un certificado de eficiencia energética, que le permita comparar y evaluar la eficiencia energética del edificio. El certificado irá acompañado de una etiqueta energética, similar a las ya utilizadas en otros productos de consumo doméstico, como electrodomésticos, lámparas y vehículos. Está información objetiva sobre las características energéticas del edificio favorecerá una mayor transparencia del mercado inmobiliario y se fomentarán las inversiones en ahorro de energía, potenciando, así, la demanda de la calidad energética entre los compradores.

En definitiva, la puesta en marcha de estas y otras medidas, recogidas en el Plan de Acción de la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética de España, se conseguirá que ahorre energía uno de los sectores de más peso en el consumo energético nacional. Y con ello, el consiguiente ahorro de emisiones de CO2: Un paso más en el cumplimiento de nuestro compromiso de Kyoto.

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