Entrevista

Javier Domínguez, Plataforma por el Impulso de la Generación Distribuida y el Autoconsumo Energético

La nueva reforma energética cierra las puertas al autoconsumo de los ciudadanos para beneficiar a las eléctricas
Por Alex Fernández Muerza 21 de septiembre de 2013
Img javierdominguez
Imagen: FENIE

Tecnologías como la fotovoltaica hacen que ya sea más barato producir energía en casa que comprarla a las compañías eléctricas. Sin embargo, la nueva reforma energética del Gobierno hace inviable en la práctica que a los consumidores les interese instalar en su hogar un sistema de autoconsumo. Así lo señala Javier Domínguez, uno de los responsables de la Plataforma por el Impulso de la Generación Distribuida y el Autoconsumo Energético, formada por varias asociaciones del sector de las energías renovables y la instalación eléctrica, así como diversas ONG ecologistas. El también gerente de FENIE, la Federación Nacional que agrupa a más de 15.000 empresas instaladoras eléctricas y de telecomunicaciones de España, asegura que, con la nueva reforma, “la tarifa eléctrica es cada vez más una tarifa plana, se produce un parón en la instalación de energías renovables de pequeña y mediana potencia y se desincentiva la eficiencia energética”.

¿Qué une a un colectivo de asociaciones empresariales y ecologistas tan heterogéneo?

“La tarifa eléctrica es cada vez más una tarifa plana que paraliza a las renovables y desincentiva el ahorro y la eficiencia energética”
Un modelo que apuesta por el ahorro y la eficiencia en la energía, en especial cuando España sufre una elevada dependencia e indefensión ante el aumento del precio del crudo o del gas. Apostar por las renovables y, en particular, por el autoconsumo y la generación distribuida, reduce esa dependencia y nos ayuda a cumplir con los requisitos internacionales de eficiencia energética. Contribuye a que contaminemos menos y a una de nuestras únicas posibilidades de ahorrar energía. Nuestra mayor fuente de energía es una mezcla entre el aprovechamiento de las renovables y la eficiencia en el consumo.

¿Qué tienen en común ambos sistemas? ¿En qué consisten?

La generación distribuida consiste en producir energía en pequeñas instalaciones de menos de 100 kilovatios (kW), según el Real Decreto 1699/2011, en lugar de generar elevadas cantidades de kW en un mismo punto de la red eléctrica. El autoconsumo es posible si parte o toda la energía obtenida se consume directamente de nuestra instalación, reduciendo el consumo de la red eléctrica.

¿Cuáles son las ventajas que ofrecen a los consumidores?

La principal es la posibilidad de autogestión de su energía, y disminuir así en una cantidad importante la demanda de kW de la red eléctrica. Las pérdidas por transporte y distribución de energía se minimizan, al circular menos distancia la electricidad por la red hasta el punto de consumo. Además, si la generación distribuida es a partir de fuentes renovables, todos estos kW no contribuyen a la generación de dióxido de carbono (CO2), entre otros.

La nueva reforma energética del Gobierno ha sido muy criticada por quienes defienden el autoconsumo energético. ¿Por qué?

“Apostar por las renovables y el autoconsumo reduce nuestra indefensión ante el aumento del petróleo y el gas”
Por varios motivos: cierra las puertas al autoconsumo y a la generación distribuida en redes eléctricas inteligentes; desaprovecha el potencial tecnológico de las energías renovables; retrasa la introducción de competencia en el sector; merma la libertad de elección de los consumidores; perjudica la competitividad empresarial; y es contraria a las directivas europeas 2002/91/CE, 2012/27/CE, 2009/72/CE y 2009/28/CE. Puede provocar una paralización total de la industria fotovoltaica, eólica de media potencia y de otras tecnologías renovables aplicadas al autoconsumo.

¿Ya no interesa a los ciudadanos instalar en su casa un sistema de autoconsumo?

Si se aplican los peajes propuestos, se ha hecho prácticamente inviable, la rentabilidad económica se reduce mucho. Una instalación para el sector doméstico, en función de su potencia instalada, podría tener un importe cercano a los 4.000 euros. Con la eliminación del balance neto en el nuevo borrador de autoconsumo y la aparición del peaje de respaldo imputado a la energía autoconsumida, los ahorros anuales derivados de la instalación disminuyen y aumenta el periodo de amortización de la instalación, en ambos casos de forma considerable.

¿Qué es ese peaje de respaldo?

Es un nuevo impuesto que se imputa sobre la energía consumida por la instalación de autoconsumo. El consumidor que decide utilizar un sistema de generación para sus necesidades energéticas paga este peaje por cada kWh consumido procedente de su propia instalación. Como decía la revista ‘Forbes’, es poner un “impuesto al sol”. Con el peaje eliminan un beneficio para toda la ciudadanía, para beneficiar a las compañías eléctricas.

¿No se puede utilizar un sistema de almacenamiento de energía en casa para no perder la energía producida?

En estos momentos no es viable el almacenamiento de la energía excedentaria.

Entonces, aunque la tecnología ha logrado que la energía producida con autoconsumo sea más barata que la de las compañías eléctricas, ¿la ley ha conseguido que en la práctica sea más cara?

“La sanción por instalar un sistema de autoconsumo sin asumir la reforma podría ascender hasta los 30.000.000 de euros”
Sí. Ha primado más la necesidad de compensar el déficit de tarifa, que desarrollar un sistema de generación eléctrico más equilibrado y rentable a medio plazo. Mediante una buena regulación, los ciudadanos podrían gestionar su consumo eléctrico y reducir la demanda de kW de la red. Cuando la acumulación de energía sea una realidad, los consumos demandados de la red eléctrica disminuirán de forma significativa.

¿Por qué sería beneficioso para los consumidores el sistema de balance neto, cuando la nueva reforma no lo contempla?

Los ahorros derivados de la instalación de autoconsumo con balance neto, asociados a un mismo punto de consumo, son mayores que con la nueva regulación, dado que, según la anterior propuesta de Real Decreto de Autoconsumo, el ciudadano podría utilizar los excedentes vertidos a red hasta un año después.

¿Cuál es la razón por la que no se apuesta por estos sistemas si son tan positivos?

Por los intereses que se contraponen a ellos, sobre todo los de las grandes compañías eléctricas, contrarias a estas nuevas tecnologías que les restan negocio. El mercado de la comercialización se ha liberalizado, pero no es suficiente si no ocurre en la distribución de la energía, donde dichas empresas mantienen un oligopolio. De tal forma, la supuesta competencia queda por completo mediatizada. Se intenta, además, crear una mala imagen del sector. Se ha llegado a decir que se ha eliminado el balance neto, porque propiciaría paraísos fiscales para los ciudadanos que pueden pagarse estas instalaciones. Es una forma de coartar las libertades de los consumidores.

Tras la reforma energética, la factura eléctrica también ha cambiado. ¿Cómo ha afectado a los consumidores?

Los consumidores pagamos en la factura eléctrica un término fijo, la potencia contratada, y uno variable, el consumo al mes. Como se ha reducido el consumo energético en España, han aumentado de forma considerable en la factura el peso del término fijo y disminuido el variable, aludiendo a costes de mantenimiento de la red eléctrica.

Esto manda un mensaje antiecológico a la ciudadanía: ¿para qué apagar los aparatos, las luces, etc., si me cobran parecido?

Claro. Nos llevan a una especie de tarifa cuasi plana, donde las 2/3 partes de la factura son fijas, y solo el 1/3 variable. Esta nueva estructura de peajes penaliza o dificulta la implantación de sistemas de ahorro y eficiencia energética.

¿Qué podemos hacer los consumidores?

Esperar a una regulación óptima y a que se aplique el sentido común a la hora de regular la normativa en materia energética. El consumidor debe estar bien informado, puesto que es el mayor beneficiado de una buena legislación. Sería deseable que la Administración priorice planes energéticos rentables para todo el país a medio y largo plazo, y no las necesidades a corto plazo.

¿Qué ocurriría si un ciudadano decide montar una instalación en su casa sin asumir esta reforma?

La sanción podría ascender hasta los 30.000.000 de euros. Dentro de esta nueva reforma, también se han introducido modificaciones en materia de sanciones a este tipo de instalaciones. Pasa a estar tipificada como muy grave dentro de la nueva ley del sector eléctrico. Sin duda alguna, son unas cuantías desproporcionadas.

Desde el Gobierno se asegura la necesidad de la reforma para, entre otras cuestiones, reducir el déficit de tarifa generado por las renovables. ¿Qué opina?

Es un punto de vista particular. Una regulación óptima en materia energética también generaría ingresos al Estado, bajaría el paro, se incrementaría la competitividad de nuestras empresas, disminuiría la factura eléctrica de los consumidores que optasen por una instalación de autoconsumo, etc.

Si a pesar de todo un consumidor quisiera una instalación de autoconsumo “de forma legal”, ¿qué tendría que hacer?

En función de la modalidad de autoconsumo, deberá realizar, entre otras cosas:


  • Dimensionar la instalación generadora en función del consumo asociado al punto de suministro.

  • Solicitar punto de suministro a la compañía distribuidora.

  • Suscribir un contrato técnico de acceso a la red con la compañía distribuidora.

  • Firmar un contrato de suministro con la comercializadora.

  • Incluir la instalación dentro del “Registro Administrativo de Autoconsumo de Energía Eléctrica”.

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