Entrevista

Yve Ramírez, portavoz del movimiento 350

No hay nada más desmotivador contra el cambio climático que perder la esperanza
Por Alex Fernández Muerza 10 de junio de 2016
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Imagen: Yve Ramírez

El movimiento 350 se ha convertido en una de las iniciativas ciudadanas a nivel mundial más activas y multitudinarias para dejar de usar petróleo y luchar contra el cambio climático. El nombre de la organización se refiere al objetivo que marcan los científicos de no superar las 350 partes por millón de CO2 atmosférico para mantener las condiciones de habitabilidad del planeta. Sus integrantes ponen en marcha campañas muy llamativas para llegar a gente fuera de los movimientos ecologistas y con un mensaje de esperanza: con el esfuerzo de todos los ciudadanos se pueden cambiar las cosas. Así lo señala Yve Ramírez, portavoz del movimiento 350 en España y autora del blog La Ecocosmopolita.

¿En qué consiste el movimiento 350?

“El cambio climático es muy difícil de comunicar porque no es algo inmediato”
Es un movimiento ciudadano horizontal para abordar el tema del cambio climático. Lo que nos distingue de otros grupos es que no tenemos experiencia en medio ambiente o el activismo. Lo enfocamos desde el arte y la creatividad y eso es lo que nos acerca a la gente que está fuera de los movimientos ambientales.

¿Los ciudadanos son conscientes del cambio climático?

Cada vez hay más consciencia general y difusa de que es un problema. Pero hace falta hacer entender a mucha gente que está cada vez más cerca y que hay otras muchas personas que lo están sufriendo más y de forma más violenta, que están perdiendo cosechas, alimentos, etc. Esa parte es muy lejana e invisible. El cambio climático es muy difícil de comunicar, porque no es algo inmediato, hay que conseguir el equilibrio entre que es ya un problema que existe y que no hay que perder la esperanza. Uno de los distintivos de 350 es pensar que siempre hay una salida, no quedarnos en el catastrofismo, no hay nada más desmotivador. Ha habido activistas que nos critican por ser “idealistas”, pero si no vemos que hay una luz al final del túnel, no haríamos nada.

¿Por qué hay que desinvertir en combustibles fósiles?

El consumo es vital. Con todo lo que compramos tenemos un poder de cambiar la realidad económica, social y ambiental. Si apoyamos con nuestro consumo un proyecto que genera beneficios a las energías fósiles, se perpetúa un modelo energético que hay que dejar atrás. La campaña, sobre todo en EE.UU., está presionando mucho para desinvertir en negocios relacionados con combustibles fósiles.

¿Qué podemos hacer los ciudadanos para luchar contra el cambio climático?

Se pueden hacer muchas cosas:


  • Empezar desde casa y luego ir más allá: reflexionar sobre el consumo que hacemos para el cambio climático y el medio ambiente en general, ver de dónde vienen los productos, consumir localmente, que no tengan huella de carbono, comprar productos ecológicos, preocuparse por la energía, etc.

  • Reducir, reutilizar y reciclar, a los que yo añado reflexionar y repensar. Todo esto tiene un impacto en las emisiones de CO2.

  • Conectar con otras personas con las mismas inquietudes: que ese esfuerzo personal se conecte con otras personas y darle mayor alcance. No valen pequeñas soluciones, la gente conectada tiene una capacidad mucho mayor que por separado. Con más gente se consiguen más cosas.

  • Sensibilización y presión política: pensar en la política ambiental que ponemos cuando votamos, desde los gobiernos locales hasta los más amplios. En España una persona normal puede pasarse a banca ética, seguir experiencias de cooperativismo, comprar en comercios de barrio, etc.

¿Como surgió el movimiento 350?

“El consumo es vital contra el cambio climático, porque tenemos un poder de cambiar la realidad económica, social y ambiental”
Somos hijos de la plataforma de firmas Avaaz. En la Cumbre del Clima (COP) de Nueva York se planteó hacer la movilización más grande a nivel mundial y para ello se convocó a toda su base de datos. Reunieron y ayudaron a organizarse a la gente por ciudades, apostando por la creatividad. En Barcelona empezamos 20 personas en agosto de 2014 y luego nos convertimos en la marcha más grande de medio ambiente que se había hecho en la ciudad, ayudados por el ruido que se había hecho a nivel internacional. Nuestra intención sería lograr hacer alguna gran acción anual que vuelva a unir a un gran número de acciones locales anualmente.

¿Cuál es su implantación en España?

Estamos poniendo más énfasis en pequeñas acciones para comunicarnos con gente de barrios, de la ciudad, hacer fiestas verdes, talleres creativos con niños, que se trabaje el cambio climático desde el juego. Trabajamos desde la comunicación: nos apoyamos en los medios audiovisuales y las redes sociales para un cambio de modelo energético. Por ello, las acciones de visibilidad son importantes, como el funeral de las energías fósiles. Trabajamos, además, con otros grupos como Greenpeace o el Movimiento por la Justicia Climática, una plataforma que impulsamos desde 350 BCN, a cuyo manifiesto se adhirieron decenas de entidades locales, y desde donde organizamos la marcha del 2015 por la cumbre de París.

¿Hay alguna iniciativa ciudadana similar para hacer frente al cambio climático?

“Contra el cambio climático no valen pequeñas soluciones”
Las ONG tienen su capítulo dedicado al cambio climático, y en España está la Asociación por el Medio Ambiente y contra el Cambio Climático (AMA), que organizó una bicicletada a París y está impulsando una ley estatal para el cambio climático. Asimismo, las cuestiones de energía o calidad de aire, que también afectan al clima, reúnen a mucha gente.

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