Nueve iniciativas de economía colaborativa para ahorrar y ser ecológicos

Las iniciativas de consumo colaborativo, que reduce gastos e impacto ambiental, son cada vez más diversas
Por Alex Fernández Muerza 10 de julio de 2014
Img bicicleta publica hd
Imagen: Sally Mahoney

La economía colaborativa es una forma distinta de consumir que permite ahorrar dinero y ser más sostenibles. Frente a comprar para poseer o los productos de usar y tirar, sus impulsores comparten, redistribuyen o reutilizan los productos. Las opciones son cada vez más diversas en ámbitos como el transporte, el trabajo, el alojamiento, el turismo o los productos ecológicos. Este artículo señala diez iniciativas interesantes de consumo colaborativo.

1. Compartir transporte

La gran mayoría de los coches lleva un pasajero, un derroche negativo para el bolsillo y el medio ambiente. Compartir coche para viajar reduce gastos y contaminación. Diversas páginas web facilitan este sistema, como Carpooling o BlaBlaCar. El tren es un transporte más sostenible, que además puede salir más económico si se comparte mesa, como propone ComparteTren. Los sistemas de préstamo público de bicicletas contribuyen a generalizar esta forma ecológica de desplazarse, y están presentes en cada vez más ciudades, como señalan en la web Circula en Bici.

2. Crowdfunding ambiental

La economía colaborativa reduce gastos y el impacto ambiental
El crowdfunding o financiación colectiva consiste en emprender un proyecto con el apoyo económico de un grupo de personas. La idea se ha extendido a todo tipo de iniciativas, incluidas las ambientales: estudiar el Parque Natural de Collserola (Cataluña), salvar las tortugas del Pacífico, conservar el agua de lluvia, investigar la fotosíntesis artificial, proteger un bosque de su destrucción, etc.

3. Reutilización o regalo de objetos

Además de ahorrar dinero, la reutilización o el regalo de objetos reduce la contaminación y la acumulación de basura en vertederos. Diversas iniciativas ofrecen en Internet esta posibilidad, como Freecycle para canjear gratis todo tipo de artículos; Nolotiro que promueve regalar antes de tirar a la basura; Etruekko, una red de comunidades para intercambiar y compartir artículos, servicios y conocimientos, etc.

4. Grupos de consumo local o de proximidad

Los grupos de consumo ponen en contacto a productores ecológicos con consumidores cercanos locales. Varias páginas web organizan los contactos para generalizar este sistema, como Grupo A Grupo, donde tiene un mapa con estos grupos; Yo Compro Sano, para crear grupos de proximidad; Mi Pequeño Mercado, para pedir alimentos ecológicos y artesanales a los productores locales; etc.

5. Compartir huerto urbano

Los huertos urbanos son cada vez más comunes en ciudades de todo el mundo. Los huertos compartidos son una idea que puede ayudar a generalizarlos: alguien que quiere cultivar contacta con el propietario de una parcela sin utilizar, o viceversa, y llegan a un acuerdo.

6. Intercambiar comida y mesa

Un tercio de la producción alimentaria mundial para consumo humano se pierde o se desecha, con el consiguiente impacto económico y ambiental. Diversas iniciativas organizan intercambio de comida, como Social Eaters, para ir a comer a casas de otras personas; Compartoplato, para compartir la comida hecha con los vecinos; Super Marmite, para vender porciones de comida a otras personas; etc.

7. Bancos de tiempo

En los bancos de tiempo se intercambian unos servicios por otros. La unidad para valorarlos no es el dinero, sino el tiempo. La Asociación para el Desarrollo de los Bancos de Tiempo (ADBdT) ofrece en su página web más información y un mapa para encontrar el banco de tiempo más cercano a nuestra ubicación.

8. Coworking

El coworking consiste en compartir oficina con otros profesionales que no tienen que ser necesariamente de la misma empresa ni sector. De esta manera se comparten gastos y también compañía. La plataforma Coworking Spain ofrece un mapa con los espacios de coworking de España.

9. Intercambio de casas o alojamiento

Las posibilidades colaborativas para disfrutar de una vivienda o un alojamiento en cualquier parte del mundo son muy diversas: Airbnb alquila espacios de otras personas en 34.000 ciudades de 190 países; Intercambiodecasa organiza intercambios de viviendas o habitaciones para vacaciones; WWOOF promueve el voluntariado internacional para trabajar en granjas de agricultura ecológica a cambio de alojamiento y comida; Workaway facilita el intercambio justo entre personas y ONG que buscan ayuda en diversos proyectos, entre ellos ambientales, etc.

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