Vehículos robados y de importación ilegal

No es fácil para un particular detectar si el coche que le están vendiendo es de procedencia ilícita. Ante la más mínima sospecha, se puede comprobar el origen de un vehículo en las oficinas administrativas de la Dirección General de Tráfico facilitando su matrícula.
Por EROSKI Consumer 23 de junio de 2004

En España no es habitual que alguien intente vender un vehículo robado. Las organizaciones delictivas prefieren sustraerlos en nuestro país para venderlos, con papeles falsificados, en otros países, especialmente de Europa del Este. Sí es más frecuente la venta de vehículos importados ilegalmente eludiendo el pago de impuestos. Recientemente, la Guardia Civil de Sevilla ha detenido a 18 personas y se ha incautado de 609 vehículos de alta gama que se vendían a través de ocho tiendas fraudulentas. Los detenidos eludían el abono de varias tasas haciendo pasar los vehículos por siniestrados mediante documentación falsa.

Las consecuencias para un cliente que adquiera un vehículo robado son muy diferentes dependiendo de si conoce o ignora la procedencia ilegal. En el primer caso, incurre en una infracción penal por complicidad, apropiación indebida o receptación, según las circunstancias concretas. En el segundo, queda a expensas del proceso judicial que puede imponer a los culpables el pago de indemnizaciones a los afectados por sus actividades delictivas. En todo caso, el coche robado se devuelve a su dueño legítimo.

Cuando el vehículo adquirido procede de importación ilegal, es decir, ha eludido el pago de impuestos, se establece la misma diferencia. Si el comprador conoce la procedencia ilícita, los jueces suelen dictaminar la concurrencia de culpa, compartiendo vendedor y comprador las responsabilidades por el fraude fiscal.

Si el comprador desconoce su procedencia no tiene responsabilidad penal, pero queda a expensas del proceso judicial que se abre contra los maquinadores del fraude. Es frecuente que el juez dictamine una medida cautelar por la que el vehículo no se puede transferir hasta que se dicte sentencia. No obstante, puede circular con él, ya que el vehículo es legal.

Si tiene alguna sospecha sobre la procedencia del vehículo que le están ofreciendo, puede comprobar su origen en las oficinas administrativas de la Dirección General de Tráfico facilitando su matrícula. Si después de este trámite persisten sus sospechas, ponga el caso en conocimiento de las fuerzas de seguridad.

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