Las tabacaleras elevan deliberadamente los niveles de nicotina en los cigarrillos para crear más adicción

Un estudio de la Universidad de Harvard calcula que la cantidad de este componente en cada pitillo se ha visto incrementada en un 1,6% anual entre 1998 y 2005
Por EROSKI Consumer 19 de enero de 2007

Científicos de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard (Boston, EE.UU.) han confirmado, a partir de datos suministrados por las tabacaleras, que existe un deliberado e interesado aumento en los niveles de nicotina inhalados por fumadores. Incremento cuantificado en un 11% entre los años 1998 y 2005, con su correspondiente impacto en una mayor dificultad para abandonar el hábito.

Con independencia de la marca y categoría consumida, el estudio de los especialistas de Boston considera que la cantidad de nicotina en cada cigarrillo se ha visto incrementada en un 1,6% anual durante dicho periodo.

Para aumentar la cantidad de nicotina inhalada por los fumadores, los fabricantes estarían intensificando la concentración de este componente adictivo. Además de modificar el diseño de los cigarrillos para aumentar el número de caladas necesarias para terminarse un pitillo. Según el estudio de Harvard, que no llega a especular exactamente como se estarían logrando estos aumentos de nicotina, «el resultado final es un producto potencialmente más adictivo».

Una entre mil

Altria -la matriz de Philip Morris, el mayor fabricante mundial de cigarrillos- ha indicado, sin embargo, que los niveles de nicotina fluctúan de forma aleatoria de año en año. Insistiendo en que no existen prácticas deliberadas para conseguir un aumento gradual. No obstante, uno de los investigadores de Harvard ha calculado que las probabilidades de que los niveles de nicotina aumenten de forma casual son menos de una entre mil.

A juicio de Gregory Connolly, director del programa de Harvard para el control del tabaco y responsable de estas investigaciones, «nuestro descubrimiento pone en cuestión si la industria tabacalera verdaderamente ha abandonado sus esfuerzos para crear adicción». Éste es precisamente uno de los requisitos impuestos por el multimillonario acuerdo compensatorio de 1998, firmado por los principales fabricantes de tabaco en EE.UU.

Los investigadores de Harvard, al igual que activistas contra el tabaco, consideran que el deliberado aumento en los niveles de nicotina justifica que los cigarrillos empiecen a ser regulados como cualquier otro producto farmacéutico.

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