Sanidad alerta de los riesgos de los medicamentos que contienen la toxina botulínica

En España existen cuatro de estos fármacos autorizados, entre ellos el "Botox"
Por EROSKI Consumer 9 de julio de 2007

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha alertado de los efectos adversos de los medicamentos que contienen la toxina botulínica. Advierte de que se han detectado reacciones graves relacionadas con la diseminación de esta toxina a lugares distantes del sitio de administración.

La toxina botulínica es generada por la bacteria «Clostridium botulinum». Actúa impidiendo la liberación de un neurotransmisor llamado acetilcolina en las uniones neuromusculares o en otras uniones colinérgicas y produce una denervación parcial reversible de los músculos donde se inyecta.

En España existen cuatro medicamentos autorizados con toxina botulínica, el conocido «Botox», así como «Dysport», «NeuroBloc» y «Vistabel».

La AEMPS afirma que se han detectado casos graves de debilidad muscular, disfagia o neumonía por aspiración, supuestamente relacionados con la diseminación de la toxina botulínica tras el uso de medicamentos que la contienen. El Sistema de Farmacovigilancia ha recibido hasta el momento 12 notificaciones relacionadas con estos fármacos.

El Ministerio de Sanidad recuerda que los medicamentos a base de toxina botulínica sólo deben ser administrados por médicos con la experiencia suficiente. Asimismo, debe informarse a los pacientes o a sus cuidadores sobre el riesgo de diseminación de la toxina y advertirles que soliciten asistencia médica de inmediato si aparecen trastornos respiratorios, del habla o de la deglución.

Contra el envejecimiento

El «Botox» es uno de los tratamientos contra el envejecimiento más de moda. La aparición de esta sustancia supuso toda una revolución en el mundo de la estética. Se utiliza para eliminar las arrugas faciales debidas a la expresión y mímica de la musculatura facial.

Entre sus ventajas, la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) destaca que hace desaparecer las patas de gallo sin necesidad de cirugía ni pruebas alérgicas. Además, se puede aplicar en cualquier época del año.

Entre sus desventajas, destaca la aparición de hematomas que desaparecen en el transcurso de días y que se ocultan con el maquillaje. También es posible que aparezcan cefaleas y otros problemas derivados de una mala aplicación.

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