Vacuna contra la gastroenteritis pediátrica por rotavirus

La UE autoriza una nueva vacuna para la prevención de la gastroenteritis producida por rotavirus, una de las causas más frecuentes de diarrea en niños de países desarrollados
Por Teresa Romanillos 25 de agosto de 2006

La infección por rotavirus es la causa más frecuente de gastroenteritis grave en niños pequeños en todo el mundo, y una causa importante de mortalidad. La enfermedad provoca medio millón de muertes cada año, muchas de ellas en países pobres. En los países desarrollados, uno de cada 40 niños menor de cinco años es hospitalizado cada año como consecuencia de gastroenteritis por rotavirus. Una nueva vacuna podría ayudar ahora a prevenir una infección tan frecuente como potencialmente grave.

RotaTeq, la vacuna pentavalente oral contra el rotavirus, de Sanofi Pasteur MSD, ha recibido la autorización de comercialización en la Unión Europea. La vacuna está indicada para la inmunización activa de los lactantes a partir de las seis semanas de vida para la prevención de la gastroenteritis producida por rotavirus. En los ensayos clínicos se demostró la eficacia contra la gastroenteritis originada por el rotavirus de serotipos G1P1[8], G2P[4], G3P1[8], G4P1[8] y G9P1[8]. Por consiguiente, RotaTeq es la única vacuna contra el rotavirus en Europa con una indicación que cubre los cinco serotipos predominantes responsables de las enfermedades causadas por este virus, según informa el laboratorio comercializador.

«La gastroenteritis pediátrica por rotavirus es una enfermedad muy frecuente en los lactantes y niños pequeños y puede ser grave porque es sumamente imprevisible. En realidad, constituye la primera causa de hospitalización por gastroenteritis aguda en los lactantes europeos. Este es el motivo por el que esperamos que la vacunación contra el rotavirus tenga importantes efectos beneficiosos», afirmó Pierre van Damme, M.D., del Centro de Referencia para la Evaluación de Vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la Universidad de Amberes, durante el VII Simposio Internacional sobre Rotavirus celebrado el 12-13 de junio de 2006 en Lisboa, Portugal.

En 1998 se autorizó una primera vacuna frente al virus pero se retiró al cabo de un año debido a un riesgo elevado de invaginación intestinal. La vacuna actual ha sido sometida a estudios que avalan su eficacia y su seguridad. En un trabajo publicado el pasado mes de enero en la revista The New England Journal of Medicine se evaluaron los resultados en 63.225 niños sanos en un estudio doble ciego (el 50% recibió la vacuna y el otro 50% tratamiento placebo). La eficacia de la vacuna fue del 85% frente a las infecciones severas por rotavirus. La nueva vacuna parece segura ya que no se objetiva un incremento significativo de casos de invaginación intestinal.

Rotavirus y gastroenteritis grave

La mayoría de gastroenteritis producidas por rotavirus se dan en niños de entre tres y doce meses

Dentro de las gastroenteritis víricas, la producida por rotavirus constituye la causa más frecuente de diarrea en niños de países desarrollados. Los rotavirus pertenecen a la familia de los reoviridae, con siete grupos antigénicos diferentes (de la A a la G), siendo los virus del grupo A (con dos serotipos diferentes) los que causan la diarrea infantil. La mayoría de casos se dan en niños menores de tres años, especialmente entre los tres y los doce meses, y es más frecuente durante los meses de invierno. La transmisión se produce por vía fecal-oral, especialmente a través de las manos contaminadas. Los rotavirus pueden encontrarse en los juguetes y otras superficies duras en guarderías, que intervienen en el mecanismo de transmisión. De hecho, el contagio en guarderías está tan extendido que hasta el 90% de los niños mayores de tres años han desarrollado anticuerpos frente al rotavirus.

La vía respiratoria también puede desempeñar un papel en la diseminación de la enfermedad, por lo que son frecuentes los casos en familias, colegios, guarderías e incluso hospitales, y es la principal causa de gastroenteritis en niños ingresados. El inicio de los síntomas suele ser brusco, con diarreas, vómitos, dolor abdominal y fiebre alta. Las deposiciones son líquidas, abundantes y, ocasionalmente, con moco y algún hilo de sangre (motivo por el que muchos padres se deciden a consultar al pediatra). El cuadro suele durar entre dos y seis días y hasta en el 40% coexiste con un cuadro catarral con mucosidad y tos.

El papel de los prebióticos

Los probióticos son organismos vivos (bacterias o levaduras de la flora comensal intestinal) que, ingeridos en cantidades adecuadas, resultan beneficiosos para la salud. Una de las principales acciones de estos microorganismos es que compiten con los patógenos intestinales por su adhesión al epitelio intestinal y la producción de sustancias antimicrobianas que inhiben el crecimiento bacteriano. También actúan sobre la respuesta inmunitaria intestinal. La leche materna tiene un efecto probiótico y la microflora de los bebés que toman el pecho contiene un alto porcentaje de bifidobacterias. Desde hace poco se sabe también que la leche materna contiene unos compuestos (mucinas defensivas como la lacthaderina) que previenen y protegen al lactante frente al virus.

La administración de Lactobacilus rhamnosus, cepa GG, ha demostrado en múltiples ensayos controlados su utilidad en el tratamiento de la gastroenteritis en edad pediátrica, ya que reduce de forma significativa la duración de la diarrea; además, el efecto beneficioso es todavía superior cuando la causa es un rotavirus. Cuatro metanálisis de reciente publicación confirman la utilidad de los probióticos, capaces de reducir la clínica en una media de 24 horas. Algunos ensayos han demostrado que los probióticos también son útiles en la prevención de la diarrea nosocomial en niños hospitalizados y en la diarrea infantil adquirida en la comunidad.

NITAZOXANIDA, NUEVO TRATAMIENTO

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La sueroterapia y la rehidratación oral han sido el pilar básico en el tratamiento de los niños con diarrea por rotavirus, ya que hasta el momento no se disponía de ningún fármaco específico para tratar la infección. Un estudio publicado recientemente en la revista The Lancet demuestra que la administración del fármaco nitazoxanida durante un periodo de tres días reduce la duración de la enfermedad en niños hospitalizados.

El trabajo se efectuó con 50 niños ingresados con diarrea grave por rotavirus en el Hospital Universitario Infantil de El Cairo. En los niños tratados, el tiempo medio en el que se resolvió el cuadro fue de 31 horas, frente a las 75 horas que tardaron los niños no tratados. La nitazoxanida es un fármaco que hasta ahora se haba utilizado en el tratamiento de la diarrea asociada a Cryptospodirium y Giardia lamblia en niños y adultos. Los estudios practicados también demuestran la actividad del fármaco in Vitro ya que inhibe el crecimiento del rotavirus en cultivos celulares.

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