El Ministerio de Medio Ambiente prevé modificar la catalogación de vulnerabilidad del visón europeo por la de especie protegida en peligro de extinción a lo largo del próximo ejercicio 2004. Así lo manifestó el secretario general de Medio Ambiente, Juan del Álamo, durante el congreso internacional sobre la conservación de esta especie, que ayer concluyó en Logroño. La capital riojana ha servido de escenario para la reunión de numerosos expertos procedentes de diferentes países, con el objetivo de avanzar en la conservación de una especie en verdadero peligro.
El visón europeo está siendo desplazado por el visón americano. De hecho, este último, con dos kilogramos, dobla el peso del europeo y tiene camadas muy superiores en número. Además, ambas especies, por sus características, comparten hábitat y comida, lo que a la postre beneficia al más fuerte. La llegada del visón americano tuvo lugar, según los datos expuestos por Santiago Palazón, del departamento de Medio Ambiente de la Generalitat de Cataluña, gracias a las granjas peleteras existentes en España, de donde han ido escapando ejemplares. Otro de los problemas a los que se enfrenta el visón europeo es una enfermedad de tipo vírico que los debilita hasta la muerte. Una enfermedad transmitida también por el visón americano.
Medida de choque
Con todo, uno de los primeros pasos consistirá en chequear la población de ambas especies y ayudar a la cría en cautividad. En esta línea surgió también el mismo problema que frenó la recuperación del lince ibérico. El debate sobre si era aconsejable criarlo en cautividad «duró 15 años, para concluir al final que era necesario». Esto es precisamente lo que, en opinión de Miguel Delibes de Castro, presidente de la Sociedad para la Conservación de los Mamíferos, «hay que evitar» con el visón europeo.
La población de este mamífero se ha visto mermada en los últimos cinco años entre un 20 y un 30%. En toda España quedan alrededor de 500 ejemplares, de los que el 40% tienen su hábitat en La Rioja. De hecho, España concentra la mayor colonia de Europa central, junto a Francia, en menor medida. Otros de los espacios elegidos por esta especie se sitúan ya en países de la Europa del Este como Rusia, Rumania, Ucrania, Moldavia y Bielorrusia. En todos los casos, con un preocupante signo de regresión, según se puso de manifiesto en el congreso.
Volviendo a la cría en cautividad, Delibes afirmó que no deja de «ser un remedio artificial». En este sentido, está previsto poner en marcha un programa de cría en cautividad en una estación de la localidad leridana de Pont de Suert, donde ya se hace lo propio con la nutria. Para ello, es preciso capturar ejemplares en La Rioja o Navarra.
